CAMINO A KAS ESTRELLAS

En la época dorada de Grecia nació una de las tantas hijas de Zeus y Temis.
Fue bautizada con el nombre de Astrea.
En la adolescencia pidió a sus padres no la casaran con ninguna deidad como se acostumbraba en aquellos tiempos.
Bo deseaba casarse, tampoco tener hijos.
Zeus le hizo prometer fidelidad a su ruego para concretarlo.
Al notar las fuertes convicciones de su heredera, construyó un templo en el Olimpo para que fuera venerada.
Espacio que no ocuparía jamás pues fue convertida en constelación. Brillando cada noche en todo su esplendor.
Era una diosa alada, en su mano portaba una antorcha para iluminar el camino de sus padres fuera en tiempos de guerra o paz.
Fue una de las últimas deidades que ascendió a los cielos antes que comenzara la era de bronce donde comenzaron a aparecer las convulsiones y la paz comenzó a perderse.
Eta la constelación más bella del Universo, según la leyenda fue porque si arribo no fue el primero sino el último.
Mi realidad evocando cada día tu ausencia logra que por las noches busque la constelación de Libra buscándote.
Nunca cejaré en mi intento de acercarme un poco más a vos. Independientemente que estés alojado en mi alma, deseo transitar ese camino a las estrellas que me permitirá observarte tan cerca que tal vez te pueda abrazar.
Tengo mucha necesidad de establecer ese contacto especial con el propósito de romper uno a uno los eslabones de la cadena de la angustia que conlleva un inmenso dolor.
Ambos sabemos que en algún momento de la vida los sueños por más disparatados que parezcan, inexorablemente comienzan a cumplirse.
Sueño con la llegada de ese día.
Percibo que juntos disiparemos esas nubes tan negras como violentas que intentaron sin éxito separarnos interponiendo entre nosotros la eternidad.
Transito suelo terrenal porque a diario recibo la fuerza necesaria que me otorgás para que pueda continuar en un mundo donde es poco aquello que pueda hacer.
Sos el motor de mi existencia desolada.
No es agradable seguir en un mundo a veces hostil.
Mundo del que me saca una mujer valiosa con sus palabras.
Sí, es ella, la que no dudó en estar a mi lado en los peores momentos que el destino quiso experimentara.
Una mujer emprendedora que no dudó en seguir a mi lado después del triste final.
Si sigo caminando entre los terrenales es por s dedicación y la de mi familia chiquita, a quienes no dudaste en pedirle cuando tu fragilidad hacía notar que tu vida se apagara, sacaste fuerza de ese amor incondicional que nos profesamos para pedirle que cuidara de mí.
Junto a vos conforman un cuarteto que posibilita continúe aquí, muchas veces cuando continuar está en contra de mi voluntad.
Posee una energía especial.
Quizás no sepa como la sabe transmitir.
No quiero que te preocupes, estoy en el punto donde se empieza a pensar en una recuperación para de esa forma poder establecer esta conexión mágica tan necesaria para seguir respirando.
Sin tu ayuda y la de ellos tengo la plena certeza que no podría avanzar un paso más por ese camino que lleva a las estrellas, donde imagino estás vos planeando tus estrategias para el reencuentro soñado por los dos.
Extraño tu mirada tan profunda como expresiva.
Esas charlas tomados de la mano donde las palabras no tenían razón de ser.
No me quejo, es doloroso aceptar la realidad que me toca vivir.
He conversado con otras mamás que atravesaron idénticas circunstancias.
Nos identifica el mismo idioma.
El amor de un hjo que parte no se puede reemplazar con nada.
Es único e inconmensurable.
A quienes te amaron de verdad siempre les hago el mismo pedido, les suplico que no se olviden de vos.
Te amo de una manera imposible de dimensionar o cuantificar por eso sierre leerás e mismo latiguillo, no olvides cuanto te quiere tu mamá.

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