ARTE Y RECUERDOS

Laura pasa por mí luego del almuerzo.
Dice que esta tarde no concurrirá a la inmobiliaria pues quiere llevarme a un espacio cultural próximo a su domicilio.
Mariano acomodó la agenda para que tuviera la tarde libre.
Como una niña con un juguete nuevo cuenta que conoce a la dueña del sitio.
Una mujer agradable de esas con las que una conversaría por horas sin aburrirse.
Nos lleva al salón que tanto entusiasma a Laura.
Espacioso, cuenta con techos abovedados terminados en vitreaux idénticos a los ventanales que están en los laterales de la edificación.
Em ese lugar expondrán su talento pintores noveles a los que agregará cuadros de su pinacoteca particular compuesta por telas de artistas de fama mundial.
Todos podrán convivir en ese lugar tan especial.
También cuenta con profesionales que enseñan las distintas técnicas de pintura.
Laura esta interesada en aprender a pintar con espátula.
Sabe que insume más tiempo, le importa el resultado final que otorga a la tela una superficie rugosa dotada de una belleza especial.
En un rincón del enorme atelier hay cuadros que aún esperan tener un sitio definitivo.
Pregunto si puedo mirar.
Encuentro óleos para todos los gustos.
Me detengo en una pintura muy sencilla, tanto que las imágenes que muestra son conmovedoras.
Es una madre de otra época intentando que su hijo no tenga miedo al agua de una playa costera.
Siento que los latidos de mi corazón pueden ser escuchados por otros.
Esa pintura me ha llevado a caminar en el pasado.
Eras pequeño y como todos los niños tenías pasión por el agua, no tanta como la del mar.
Al principio te llevaba en mis brazos para que de a poco perdieras el temor.
Te rehusabas a caminar.
Siempre entendí que el miedo paraliza.
Poco duraron los temores.
Cuando tomaste confianza eras como un pececito. Atento a los recaudos que hay que tomar en cualquier curso de agua.
Años después te convertirías en un experto nadador.
Sumida en mis pensamientos, no advertí la presencia de Laura.
Ella también permaneció callada acompañando mi silencio, sabía que en aquel estabas vos.
En voz baja contó que esa pintura no estaba a la venta, pensaba comprarla con el propósito de obsequiármela.
Sonriente me dijo vas a tener una pintura parecida a esa muy pronto.
Han pasado veinte días de la visita a ese espacio dedicado al arte.
Los bocinazos de Laura se escuchan desde la cuadra anterior, significa que está feliz.
Porta en sus manos un envoltorio de papel madera.
Por las dimensiones, deduzco que se trata de un cuadro.
Pide que rompa el papel, que no lo saque prolijamente como es mi costumbre.
Con cambios que definen su personalidad ha realizado una especie de réplica del óleo que vimos en el espacio de arte.
Es una hermosura, ha utilizado la técnica de la espátula, el resultado es brillante.
El niño que esa mamá sostiene en brazos es muy parecido a vos.
Dice que no lo pintó igual pues no sabía si me gustaría que utilizara tu imagen sin haberme consultado.
Al tratarse de una sorpresa evitó preguntar.
Estoy orgullosa de tener la amistad de Laura.
Es emocionante percibir que te lleva en su mente sin haberte conocido.
Siento confort y paz interior.
Cuando nos reencontremos volverá a mí la felicidad.
Mientras esperamos que ese sueño se cumpla, te ruego que nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.

https://www.youtube.com/watch?v=Uw7ZSCkdGEE