Desperté temprano, como todos los días veintiocho de cada mes cuatro y veinticinco de la mañana.
Es la hora exacta que con claridad dijiste las últimas palabras como si aquellas escaparan de un sueño irreal
A un ser imaginario le contestabas el lugar en el que vivías.
Se me ocurrió preguntarte con quien para escuchar la voz más dulce y armoniosa del mundo respondiendo “con mi mamá”
Es increíble, pocas horas antes de partir de tu rostro desaparecieran los sgnos de padecimiento.
Estabas hermoso.
Con la piel rosada como la de los recién nacidos.
Prometí no llorar y cumplí hasta el final.
Durante casi seis horas estuvimos tomados de la mano.
Pese a la tragedia nos unía el amor tan puro e incondicional que fue eje de nuestras y siguió siendo después cuando desplegaste tus alas para partir.
A todos los profesionales que venían a sacar muestras agónicas los saqué empujándolos de la habitación.
¿Qué más querían saber?
En mi presencia esos sátrapas no te iban a molestar.
Te pido perdón por no haber sido quien manejara en el último viaje.
Quiero que sepas que para subir al cielo hay varias escaleras.
Cuando las ví, deduje que así debía ser pues el tránsito es continuo y los ángeles no permiten el desorden, como debe ser.
Caminando sin rumbo fijo como suelo hacer, encontré entre el follaje unos escalones tan oscuros como rústicos.
De vieja data, en sus peldaños tenían unas florecillas rojas, que veía por primera vez.
Pese al enjambre de ramas y hojas, decidí seguir ascendiendo.
Mi curiosidad innata no estuvo sola.
Detrás de mí subió una mujer de extraña apariencia.
Pese a que poseía una belleza exótica y se mostraba amable, algo que no puedo adjetivar con palabras producía rechazo.
Seguí escalando sin entablar ningún tipo de conversación.
Estaría por el décimo escalón poblado de esas pequeñas flores cuando la extraña persona, murmuró que esa era una de las escaleras que llevaba a las puertas del cielo.
No agradecí la información pues me pareció una hipocresía entablar una charla con una desconocida que a la vez produce sensaciones no gratas..
No puedo p`recisar cuantos peldaños subí.
El cansancio se notaba en la agitación que me producía taquicardia.
El paisaje fue cambiando.
De la oscuridad inicial pasamos a la claridad.
Encontré una piedra para sentarme.
De mi bolso saqué una botellita de agua para aplacar la sed.
No pude seguir ascendiendo los peldaños, no era oscuros.
Las flores rojas no se advertían por ningún sector.
Los colores eran más acordes a su destino.
El gorjeo de las aves del paraíso tranquilizaba el corazón.
Lejano se oía el sonido de los laúdes.
Me dije a mi misma, estoy cerca del objetivo pero las fuerzas para llegar se ausentaron.
Deseo regresar a mi refugio.
Quiero comprender esta experiencia tan bella como instructiva que viví.
Mi alma sabe que percibiste que estaba cerca,
No era el momento preciso par arribar.
Todo debe fluir como la vida misma para obtener los mejores resultados.
Quiero estar a tu lado para abrazarte y darte ese beso que tengo guardado y muere cada día en mi boca.
Llegará el tiempo de la mejor reunión.
Tesoro hace veintisiete meses que no te puedo visualizar, pero sabés que estás unido a mi alma más allá de la eternidad.
Te amo más que nunca y así será hasta que el corazón estalle de amor.
Mi vida, nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=zWAXbxrGjBM
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