Árboles de gran altura.
Con sus copas pareciera desean acariciar el cielo.
Troncos rugosos, en los que el tiempo ha dejado su marca como si fueran tatuajes.
El crepúsculo logra que aquellos se vean de tonos azulados, en lugar de cortezas color marrón.
El bosque es un lugar para reflexionar.
Recordar el pasado o pretender sin éxito planear un futuro que sabemos con anticipación que le faltará el pilar fundamental para sostener los sueños, pues partió cuando comenzaba a concretar los propios.
L a hojarasca que formó la brisa o el viento otorga belleza a la belleza.
En el medio de ambos se ha formado una luz brillante.
No es una ilusión óptica, se puede observar a simple vista.
Puedo reconocerla con los ojos cerrados, es la luminosidad de mi tesoro más grande.
Caminé hasta este bosque pues mi percepción de mamá que añora su hijo se manifieste de alguna forma, sabe lo encontrará en el sitio menos imaginado.
Siempre estás a mi lado.
Conocés de memoria cuales son los momentos que más necesito de tu ayuda.
Cuando es el momento en que preciso que despliegues tus alas para envolverme con ellas y sentir tu calor.
Puedo considerarme una mujer afortunada, traje al mundo al hijo que toda madre quisiera tener.
Tu partida temprana me convirtió en una sombra.
Nunca más volveré a ser la de ayer.
Las heridas profundas no cicatrizan nunca, solo se forma una película en la superficie para evitar que sangren.
Los desgarros del alma no tienen cura.
Sentí confort al ver tu luz entre los troncos azules como el firmamento.
Nuestras mentes estuvieron en comunión un largo rato.
Cuando te fuiste volví a mi refugio.
A veces frágil, otras una fortaleza.
No necesito un lugar especial para pensarte.
Formás parte de cada uno de mis pensamientos.
El ser diáfano que me ayuda a seguir sin saber muy bien para qué.
Te amo tanto como te extraño.
Sé de tu generosidad por ello como siempre te pido que nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=jZ0Tq03Rc1I
No comments:
Post a Comment