La mitología griega es un mundo fascinante compuesto por mitos y realidades.
Cuentan que en Arcadia había nacido un semi dios muy enamoradizo de todas las ninfas.
Con su don les regalaba las brisas del amanecer y el crepúsculo.
Era conocido por los pastores como el Dios que le otorgaba fertilidad a los bosques para que nada los dañara y lucieran en total plenitud y fueran admirados por todos.
Pan no tenía muchos templos donde ser venerado por su pasión de vivir en los bosques.
Allí se reunían sus seguidores para pedirle mantuviera la vegetación sin que nada pudiera vulnerarla.
Con vos tuvimos la oportunidad de conocer un bosque sureño.
Allá en los confines de la patria.
A los dos nos llamó la atención que pese a la rigurosidad del clima los árboles se mantuvieran abrazados como amantes, sin perder una sola de sus hojas.
Allí nos enteramos que eran especies de hojas perennes.
Era una delicia admirarlos en pleno invierno.
La nieve depositaba sus copos en las ramas que nunca dejaban filtrar la luz del sol.
Sabrás mi vida que ayer no tuve una buena tarde.
Confirmé una noticia que se venía gestando pensando que no me daría cuenta hasta que fuera consumada.
Te imaginarás que en principio mi reacción primitiva fue enojarme.
Más tarde decidí otorgarle la importancia que tenía.
Exceptuando mi familia choquita y un pequeño puñado de personas que conozco, ciertas acciones de los demás no merecen analizarse.
No pudiendo conciliar el sueño, viajé con la imaginación al bosque sureño para pensarte.
Recordé las veces que juntos caminamos por ese sitio soñado.
Esta vez no tenía tu compañía.
Respiré el aire puro para auyentar los pensamientos negativos, o aquellos que se comenten con intencionalidad manifiesta.
La naturaleza es sabia, conseguí en ese viaje imaginario pinceladas de paz y confort.
Caminé hasta la capilla de madera a cielo abierto que se encuentra al final del bosque
Después de tanto tiempo la encontré más hermosa que nunca.
La brisa suave parecía susurrar melodías a las imágenes de los santos.
Sabés que no sé rezar, lo mío es conversar con ese Ser Superior que te llevó a su lado para que no padecieras más la tortura de los últimos días de tu vida.
Le pedí que te cuide hasta que llegue, me dijo que no solo te cuida Él sino todos los seres que te amaron y antecedieron en el camino.
Ellos te recibieron abriendo las puertas del cielo.
Mi tesoro lo mío es esperar siempre.
Solo pido que no sea demasiado tiempo, quiero darte un beso como antes.
Mientras espero te propongo que nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=VeFH3vqf8gU
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