Quisiera tener la potestad de dar la vuelta al mundo.
No hago referencia al mío, sino al tuyo.
Lo imagino como un lugar increíble, donde los tonos de voz altos no tienen cábida.
La música es el aleteo de las alas de los ángeles como vos y el susurro melodioso de las aves del Paraíso o Edén.
Para realizar ese viaje soñado necesitaría el pasaporte de alguien que habita el Reino de los Cielos.
Conservo el tuyo mi tesoro.
Tengo la certeza que portándolo puedo acceder al firmamento y de tu mano recorrer los paisajes majestuosos que contiene.
A continuación del consabido abrazo y beso de bienvenida, elegiríamos estrellas que estuvieran muy cerca , nos sentaríamos en sus vértices y comenzaría esa charla interminable solo con la mirada.
Me contarías en qué has ocupado tu tiempo desde que no estás.
Sé que te he dado mucho trabajo y mucho de aquel lo has invertido en cuidarme o sostenerme cuando me has visto abatida por las circunstancias.
Cuando no establezco estas mágicas conexiones siento que estoy en falta con vos y soy la primera en cuestionarlo.
Sé que comprendés que a veces la salud no es óptima y faltan fuerzas para convocar a las musas que te adoran y se niegan a asistirme, en los momentos que la tristeza se agudiza de tal modo que lastima sin piedad.
En esos momentos tan dolorosos, sostengo tu pasaporte en mis manos.
Si duermo con ese documento, siento que te acuno entre mis brazos como cuando eras un niño pequeñito.
Tu pasaporte se ha convertido en mi destino, me acompaña a todos lados y así será hasta el fin de mi existencia.
Pedí a mi familia chiquita y a tus amigos, que ese documento tan valioso sea colocado entre mis manos cuando llegue el momento de la partida.
Te amo hijo de mi alma.
Lamento la espera que sufrimos pero no queda otra alternativa.
Como es costumbre vuelvo a pedirte que nnca olvides cuanto te quiere tu mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=7EN9zj0legY
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