POSTALES DEL AMANECER

Cuando la soledad agobia.
Cuando se siente opresión en el pecho que impide respirar generada por una profunda tristeza.
Cuando los recuerdos se arremolinan en la mente provocando sentimientos contradictorios que dibujan la mueca de una sonrisa empañada por el llanto que no se puede detener, salgo a caminar.
Algunos terrenales dicen que cambiar de aire es bueno.
También encontrarse con otras personas para compartir la angustia es aliviador.
En lo inmediato no deseo compartir tu ausencia más que con mi familia chiquita y los amigos que heredé de vos.
Todos seres excepcionales que demuestran en cada palabra cuanto te amaron.
El clima está caluroso para esta época del año, pareciera que el estío se anticipó.
Suelo caminar muy temprano.
Me gustan los colores del amanecer.
Encontré un espacio amplio que visito con frecuencia.
Un lugar verde con un banco de madera mirando el cielo.
Allí me gusta sentarme a reflexionar.
No dejo de pensarte un instante.
Siento que cada día la distancia hace enormes esfuerzos, sin éxito, para recordarme los meses que han pasado desde tu partida.
No sabe que nada en el mundo terrenal ni en el plano que habitás, exista algo que nos pueda separar.
Sos como el hermano siamés que llevo y llevaré sujeto a mi alma jasta que llegue mi momento.
Me gusta mirar el cielo.
Entre las nubes se esconden los rayos dorados del sol.
Busco en las formas de aquellas tu perfil.
A veces creo encontrarlo, cuando no ocurre pienso que estás jugando a las escondidas para hacerme reír.
Tarea titánica para quien lo intenta.
Reía cuando estábamos juntos.
Los momentos dichosos los pasé junto a vos.
Al irte se fugaron de mi léxico las palabras felicidad y ducha.
Apareció de pronto el tormento de no tenerte físicamente.
Siempre estás a mi lado, te siento tan cerca que lloro por no poder visualizarte como quisiera..
Es muy duro para una madre no poder darle un beso a su hijo, acariciarlo.
Ejecutar las acciones que hacen todas las mamás.
En algún momento mis sueños se cumplirán.
Juntos reconstruiremos el tiempo perdido.
Podré sumergirme como ayer en la belleza de tu mirada profunda.
Te pediré que me cantes solo a mí.
Seguramente los ángeles que te acompañan nos regalarán la melodía de sus cítaras, marco perfecto para tu voz
Esa es mi meta a cumplir.
Sé que para concretarla debo esperar.
Lo haré sabiendo que seré premiada con aquello que más quiero. Verte nuevamente para compartir la eternidad.
Mientras el tiempo pasa te pido que nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.

https://www.youtube.com/watch?v=spTMICIuJD4