No existe nada en el mundo como el amor de una madre hacia su hijo.
Amor incondicional que atraviesa todos los tiempos, incluyendo la eternidad.
Palabra que muchos confunden con inmortalidad.
Eje de discusión de pensadores griegos como Aristóteles.
Este pensador afirmaba que solo los inmortales pasan a la eternidad.
No es mi intención en un cuento dedicado a vos establecer una discusión filosófica.
Desde mi óptica llegan a la eternidad quienes han atravesado las puertas de la muerte.
Sabé que he tenido días complicados que no esperaba,
Constantemente estuve acompañada por mi familia chiquita, por vos y tu pasaporte.
Anoche que me sentía un poco mejór, Morfeo vino temprano.
Dejé que me llevara en sus brazos no sin antes tomar tu pasaporte con el que he tomado la costumbre de dormir.
Tuve un sueño hermoso.
Caminaba en plena oscuridad por un camino en ascenso.
En los laterales tenía paredes de protección de piededra para que ninguno de los caminantes cayera al vacío.
No sentí que caminaba cuesta arriba, la ansiedad de llegar me ayudó.
El camino terminaba en un balcón de piedra desde donde se podía observar la inmensidad del lugar.
El Universo vestido de azul profundo.
De él prendidas como brillantes las estrellas y constelaciones.Sólo me bastaba estirar las manos para chocar con ellas.
Sin que la escuchara apareció delante de mis ojos una nave espacial.
La abordé sabiendo que me llevaría a vos.
Me pidieron ajustara los cinturones de seguridad.
Llegamos hasta las puertas del cielo,
Sentí que flotaba,
El acceso fue denegado.
De todas maneras pude verte.
Estabas más hermoso que nunca, hasta pareció que me dabas la bienvenida.
Vuelvo a mi refugio confortablemente.
Sé que debo esperar un tiempo que ignoro.
Mientras ello transcurre solo te pido que nunca olvides cuanto te quiere tu mamá..
https://www.youtube.com/watch?v=Qrshx8BUDjk
No comments:
Post a Comment