ENTRE LAS FLORES TU ALMA

Quisiera ser poeta para escribirte los más bellos textos que leyeras antes de dormir entre las nubes y las estrellas.
Quisiera saber música, volcaría sobre el pentagrama las notas más hermosas para que entonaras con tu voz de barítono.
Quisiera ser pintora para reproducir muchas veces en la tela la belleza de tu rostro.
Tengo la certeza que todos quedarían deslumbrados con la profundidad tan hermosa de tu mirada.
Quisiera ser cantante para acompañarte entonando las más bellas melodías.
De todo ese abanico de probabilidades, elegí simplemente ser tu mamá.
Con el tiempo nos convertiríamos en cómplices, compañeros de viajes y aventuras.
Solo nos importaba estar juntos para siempre.
Aprendí a leer en tus ojos todo lo que decías sin usar el don de la palabra.
Ejercicio maravilloso que comenzó a anudar con fuertes lazos nuestras almas.
Aprendimos a conocer las necesidades del otro sin preguntar absolutamente nada.
Sentimos las necesidades del otro aún cuando hubiera distancia.
Nos cuidamos mutuamente pues la idea era que viera envejecer a tu mamá.
No pudo ser.
Sin anunciarlo el destino eligió para nosotros otro derrotero.
Es posible que haya creído que la muerte podía separarnos.
No lo logró.
Si bien no puedo visualizarte como desearía t así darte solo uno de los besos que tengo guardados para vos.
El destino ignora que después de tu partida prematura te alojaste en mi alma, convirtiéndote en el puntal que me sostiene cuando siente que voy a caer.
Un hijo hermoso que nunca quiso verme triste.
No te preocupes por mi llanto, las lágrimas son necesarias para lavar las heridas del alma.
No puede cicatrizarlas, solo morigera el dolor
Te extraño con la misma intensidad de nuestro amor incondicional, el más puro que existe en el mundo, sentimiento amoroso que une a un hijo con su mamá.
A diario miro tus fotos.
Fue una genialidad de B colocarte como fondo de pantalla en la computadora.
Al encenderla me encuentro tu mirada.
Pareciera que preguntarás ¿Por qué?
La misma pregunta que realizo desde hace casi veintisiete meses sin obtener respuesta.
Sé que donde estás el padecimiento no existe, ello me conforma solo un poquito.
Es inaceptable que en la plenitud de la vida con un sinfín de proyectos a cumplir te hayas ido camino a la eternidad.
Entiendo que llegaste allá hace tiempo y desde allí me cuidás.
Sabés que en los momentos difíciles siempre acudo a vos.
Tengo asumido y aceptado que debo esperar mi tiempo para que se produzca el reencuentro soñado.
Mientras espero te pido que nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.

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