Thursday, July 19, 2018
EL ROSTRO DE LA TRISTEZA
Hace un par de años que no la veía pasar.
Tal vez no se acuerde de mí.
Soy el historiador del distrito.
Próximo a editar un libro que no solo en su contenido tendrá datos históricos, sino pinceladas de vida de los vecinos que dejaron en mi ser una marca que el tiempo, jamás podrá eliminar.
Sale poco de su refugio, pues se dedica a escribir cuentos.
En este momento todos son dedicados al ser que más amó en la vida.
Una vida maravillosa que en pocos meses se transformó en una tortura.
Afirmo que cuando residía en su domicilio anterior, distante a pocas cuadras del actual.
Recuerdo que caminaban siempre, asidos de la mano.
A su lado como vigilándolos la mascota de la familia.
Un can de raza collie, al que según los dichos de los, vecinos solo le faltaba el don de la palabra
No voy a detenerme en esa descripción,
Quiero contarles de la enigmática y reservada mujer de esta historia.
Tan distante de aquella que conocí, en el momento que le hablé de la biografía del partido.
Ella tiene muchas anécdotas para contar.
Si rostro amable siempre tenía dibujada la mueca de una sonrisa.
Todo ha cambiado desde la prematura muerte de su hijo.
Estuvo un par de años alejada del barrio.
La tragedia la hizo regresar.
Me gustaría que sonriera como antes.
Comprendo que ese antes su hijo se lo llevó.
Hoy su imagen es la de una mujer solitaria.
La peor de las soledades es la que marca la ausencia del ser que más se amó en la vida.
Trato de situarme en el lugar del otro y debe ser devastador, perder a un hijo que se trajo a la vida para que simplemente viviera.
No para verlo morir, pues es ley natural que sean los menores quienes despiden a sus mayores.
Si me pidieran que escribiera sobre esa mamá, solo diría que pese al profundo dolor se mantiene de pie.
No se muestra vencida físicamente,.
Basta mirar sus ojos vidriosos para comprender que el destino no ha sido un buen acompañante de su estadía terrenal.
De manera cruel le arrancó de las manos, a su heredero, demasiado pronto.
Puedo aseverar sin temor a equivocarme que muchas veces los observé entendiéndose con la mirada.
No sucede con todas las relaciones entre madre e hijos.
Ellos no necesitaban usar el don de la palabra para hacerse entender.
Eran complicves de a vida en tiempo y mentalidad.
Algún día me acercaré a ella para pedirle un cuento de esos que casi a diario le dedica a su hijo.
Un ser de luz que tuve la suerte de conocer.
Quiero que ella vuelva a sentir las ganas de sonreír,
Expresarle que de las adversidades se sale cuando se está dispuesto a compartir el dolor.
Es pennto para concretar mis deseos.
Sé que lograré mi objetivo.
No se puede abandonar a una mujer que tiene mucho para dar pese a que la tragedia aún la mantiene como prisionera.
Tenacidad me sobra ya ella entendimiento.
¿Quién puede negar que tal vez consiga su parte el prólogo del mi primer libro.
Leo todos los cuentos que con pasión le dedica a su hjjo.
Por ello me tomo el atrevimiento de finalizar, esta breve reseña como lo haría la dueña del rostro de la tristeza.
Tesoro, sabés que te amo con intensidad.
Conocés que el destino me somete a una espera no deseada, por ello te pido, que nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=_dUgHVeyt0Y
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment