Monday, July 09, 2018
ROSAS SIN ESPINAS PARA TU LUNA
A esta altura del año cuesta encontrar rosas.
El mes pasado comenzó la época de poda, para que renazcan a la vida natural con más belleza.
Solo hay que soñar estar recorriendo un país más cálido para encontrarlas.
Quienes compramos en las florerías o puestos de flores, sabemos que si procedencia es colombiana.
Poseen el tallo más largo y de la misma forma, son los capullos.
Al traerlas a lugares más fríos, la duración se extiende.
He soñado que dos de ellas estaban cerca del ventanal de mi refugio.
Ese que me permite observar cada noche las distintas fases de la luna.
La metamorfosis se produce cada siete días.
Siempre bella con su cara plateada, alumbra el alma de quienes pasamos por etapas en las que nos hemos rendido a la tristeza.
Tristeza que me tomo como prisionera en el mismo instante que se produjo tu partida.
Recuperaré mi libertad el día que volvamos a estar juntos físicamente.
Las rosas siempre te han gustado, siempre que no fueran cortadas de las plantas.
Los rosales contentos acompañan tu pensamiento, no son despojados de sus coloridos pimpollos.
Se me ocurrió que al estar visualmente casi ocultando la luna, esas dos rosas, podrían llegar a tu cielo, utilizando como vehículo el satélite de la tierra.
Sé que a ella no le gusta que la denominen como tal.
Es su nombre.
Carece de luz propia, se muestra hermosa dado que recibe los rayos del sol que la ilumina siempre.
¿Tesoro de mi vida, existen las flores en el Paraíso Celestial?
Sin conocerlo, estimo que sí.
El poeta florentino Dante lo reflejaba en sus letras como una réplica de la tierra, con colores más tenues.
De esa forma contándole a su amada Beatrice, quería convencerla para que continuaran en ese espacio sagrado el amor que los terrenales señalaban por la diferencia de edad.
Dante casi triplicaba la edad de la persona dueña de sus sueños y sentimientos.
Como hijo amado y al que extraño sin poder dimensionar el amor maternal, siempre has sido el dueño de los míos.
Todas las noches antes de dormir, pido soñar con vos, te cuento la inmensidad de mi cariño.
Pocas veces se me ha concedido esa gracia
No es un pedido exagerado poder soñarte y en esa instancia poder acariciarte, como lo hace cualquier madre con su hijo.
Detesto la espera sin sentido.
Quiero estar con vos si mayores dilaciones.
Parece que el destino piensa distinto pues no accede a mis peticiones desesperadas.
Mi tesoro sabés que te amo.
Chinchines que debo esperar.
Quizás en tu hábitat, hayas tenido la suerte de conocer la fecha de nuestro reencuentro.
No voy a preguntar cual es.
Como en cada relato que te dedico te pido que nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=iCZ-QFtsmco
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