Los neurobiólogos evolutivos después de variados experimentos llegaron a la conclusión que los sueños se logran o aparecen cuando el terrenal duerme en profundidad.
La ocurrencia de los sueños solo se da en ese estadío que nos permite conectarnos oníricamente con los seres que amamos y viven en otras dimensionesen las que algún días se producirán los reencuentros más ansiados.
Los sueños suelen darse en colores o blanco y negro como si fueran una película que nos transporta a esos sitios que no conocemos.
Es tanta la necesidad que tengo de soñarte que desde tu partida no me alcanza tenerte en el interior de mi ser.
Necesito entregarme al sueño profundo para visualizarte y estrecharte entre mis brazos como en un pasado reciente.
Única forma de cristalizar mi anhelo de acariciarte y poder darte el beso cotidiano como si estuvieras aquí.
Muchas noches se presentan a esta altura del año con una densa bruma que impide veamos el cielo tal cual es.
No importan las distancias que deba recorrer, con el propósito de encontrar el manto celestial despejado.
Cielo poblado de estrellas titilantes que son para vos.
Busco en cada una de ellas tu rostro, hasta que ceo que te encontré, mirándome desde la eternidad.
La teletransportación me lleva a una playa, idéntica a las que fotografiabas en tus viajes.
Situarme en una de aquellas, donde por la noche no se escucha el rumor del mar ni se divisan las coronas blancas de las olas que mueren en la orilla, dejando una estela de espuma blanca sobre la dorada arena.
No es mi intención despertar de sueños que nos permiten estar más unidos que nunca.
El amor maternal es capaz de atravesar la eternidad cuando el objetivo es ver la alegría de tu sonrisa esperándome.
En este tipo de situaciones, le pido al tiempo que se detenga para no privarme del propósito de estar unidos como los hermanos siameses que literalmente supimos ser.
A veces los sueños se extienden como cada terrenal lo desea, otras son flashes con imágenes que pasan con demasiada rapidez.
Siento no tener el poder de la diosa de las estrellas Astrea, quien tiene su templo en la inmensidad celestial.
Por ahora soy una simple mortal.
No tego demasiadas alternativas.
El poeta decía que “Nunca hay que perder la capacidad de soñar”
Ese es mi derrotero, soñarte siempre para paliar el dolor de no tenerte físicamente.
Si he llegado hasta esta altura de mi vida, soportando tu ausencia es porque cuento con tu energía que posibilita continúe, en un mundo que ha sido tomado por la angustia y la soledad.
Quizás mis lectores no entiendan la necesidad que tiene una mamá de tener al ser que trajo a la vida, para que fuera feliz, concretara sus proyectos, se convirtiera en un hombre con valores acumulados en una vida que debió ser más extensa.
Un ser de luz admirado por todos los que tuvieron la gracia de conocerte.
Tu destino era trascender en todo aquello que emprendieras.
La crueldad del destino, en un instante trincó tus sueños de llegar lejos.
No existe distancia capaz de separarnos.
Hay otras mamás en iguales circunstancias que las mías que saben a que me refiero.
Es probable que mis relatos sean monotemáticos, puede ser.
He prometido que cada uno de ellos mientras dure mi existencia serán dedicados a vos.
Tesoro, sos lo más hermoso que me pasó en la vida.
Sabés que te amo cada día más.
Comprendo que debo esperar para que se produzca el reencuentro tan anhelado, por ello como siempre te pido que nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=hj0bTG_WC5g
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