MI DERROTERO, TUS ESTRELLAS

Más allá del lugar que me encuentre, mi derrotero son tus estrellas.
¿Por qué escribo que son tuyas?
La reapuesta es sencilla, tanto que a algunos terrenales les puede resultar incomprensible.
Desde tu ausencia mi búsqueda eterna serça levantar la vista hacia el cielo estrellado tratando de encontrar tu rostro amado.
Las contradicciones son imposibles de superar.
Necesito creer que cuando se produjo tu partida prematura, tu nueva morada estaría entre constelaciones y estrellas.
Muchas veces te conmoviste tanto como yo, cuando te contaba la historia de Raquel, personaje bíblico que atravesó en una carroza de cristal la constelación de Orión para recuperar a su hijo muerto.
Logró su objetivo de traerlo a suelo terrenal.
Como toda mamá era terrible pensar que tenía a su hijo sin vida en algún lugar de la esfera celestial.
Como te imaginarás es muy duro para una mamá despedir a un hijo.
Si bien sé que los que han partido decidieron no volver.
Prefiero conservar la ilusión, que en algún momento nos volveremos encontrar en el espacio que para mi tiene reservado la eternidad.
Nunca aceptaré y menos asumiré que tengo un hijo muerto.
Es terrible, por ello prefiero pensar que temporalmente no estás.
No exagero cuando expreso que si bien no te puedo visualizar, te siento tatuado en mi alma.
En las cosas más sencillas que se presentan en la vida cotidiana, tu presencia, está junto a mí.
No de la manera que quisiera, ya que es muy difícil para una mamá no poder demostrar el amor a su hijo a través de una caricia o un beso.
Ignoro si es un mito el reencuentro en otras dimensiones.
Tabaola teología como las neurocienciencias evolutivas afirman que existe vida en otros planos.
No están todos de acuerdo.
En temas tan sensibles, una parte de la biblioteca afirma que sí y otra se presenta renuente a compartir tales afirmaciones.
La desesperación de una madre, lleva a apoyar a los científicos que elaboraron las primeras teorías, aún cuando las dudas nos traigan lágrimas y pozos de tristeza e los que resulta difícil emerger.
En poco más de un mes se cumplirán tres años de tu ausencia.
¿Cómo hice para sobrevivir?
No lo sé.
El destino me enfrentó con la peor cara de la vida.
Busco motivos que me retengan en la tierra y no los encuentro.
A tu lado era más fácil enfrentar el día a día pues tenías un optimismo especial.
Los fines de semana resultan insoportables.
Eran los días que teníamos más tiempo para compartir.
Hoy se ha convertido en una carga pesada, difícil de arrastrar.
Literalmente mi vida concluyó con la tuya.
El sol se apagó, sumiéndome en las peores tinieblas.
Todo carece de sentido sin vos.
Has percibido que no tengo el mejor de mis días.
Desperté con ansias de lograr por un segundo mi sueño máximo.
No puede ser, debo esperar.
Tesoro te amo por ello siempre te pido que nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.


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