Suelo encontrar tu mirada en los lugares más inesperados.
Sitios donde la aturaleza estalla con una belleza poco usual.
Todos los terrenales tenemos un momento preferido en cada uno de nuestros días.
Sobresalen aquellos que tenemos la oportunidad de observar cuando emprendemos un viaje.
El cielo siempre será el mismo.
Los cambios que vemos se deben a la latitud en que nos encontremos.
A ambos nos gustan los fenómenos naturales.
Coincidimos en que el momento más bello es el amanecer.
Es ahí donde el firmamento nos obsequia ciertas maravillas que nos llevan a pensar que solo se trata de ficción
Las Auroras son fantásticas, deben su nombre a la diosa romana del amanecer.
En el hemisferio norte encontraremos auroras boreales, en el sur auroras australes.
Las primeras deben su nombre al viento Bóreas, que en la mitología griega representaba a viento de esa dirección.
Bóreas era hijo de Eos, la diosa del ocaso.
Las Auroras se encuentran cercanas a los polos, norte o sur.
Luminosidades brillantes que aparecen en el Universo obsequiando un espectáculo inolvidable.
Mirando videos sobre aquellas, en una de las imágenes pude observar tus ojos, inmensamente bellos mirándome como solo podés hacerlo vos.
Ojos que jamás imaginé podían estar quietos.
Afortunadamente como vivís en mí, tu mirada volvió a ser la misma del ayer no lejano.
Mirada intensa en la que muchas veces me sumerjo, con el propósito de bucear en tu mente y sentir confort, al encontrar evidencias que nos hacen demasiado iguales.
Seguramente existen otros casos donde la empatía entre la madre y su hijo es parecida a la nuestra.
Hasta el momento no tuve la suerte de conocer a nadie que se asemejara a nuestro modo de ser.
Características que no niego puedan darse, pese a ello cada ser humano es único e irrepetible.
Presumo que desde donde estás podés mirar ese efecto luminoso, corresponda al norte o al sur.
Mi deseo profundo de encontrarte, no solo obedece a la necesidad que tengo de verte físicamente.
También anhelo que me cuentes cada vivencia que has tenido, allá en la lejana eternidad.
No importa la distancia que deba recorrer o los días que insuma el trayecto.
Prevalece la urgencia de llenarte de besos, caricias que por ahora no te puedo dar.
Mi tesoro, conocés mis sentimientos, por ello siempre repito el mismo final en cada relato.
Nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=NZlfxWMr7nc
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