Tuesday, May 09, 2017
DLORES EN EL PARAÍSO
Jenofonte un ser casi irreal al que tisis rechazan por sus pensamientos señalándolo como un mortal que había perdido la cordura se auto proclamó Dios del Paraíso Celestial.
Alumno del gran poeta y amante de las artes fue su maestro.
Con aquel aprendió que más allá de la vida terrena existían otras vidas en el llamado Jardín del Edén.
Sutio elegido para quienes habían sido buenos durante su vida terrena.
Centurias después el poeta florentino Danta lo describía en la Divina Comedia como el último de los nueve cielos que contaba en su obra cumbre La Divina Comedia.
También fue tildado de loco cuando dirigiéndose a su amada Beatriz le contaba que era el sitio apropiado para consumar su amor pese a la diferencia de edad.
Relataba que era un espacio similar a la tierra en cuanto al paisaje se refería.
Además de una flora tan exquisita como exótica, también podían encontrarse especies del reino animal.
Las más peligrosas eran aisladas en jaulas.
Esa réplica poética entre el cielo y la tierra permitía que los ángeles como vos pudieran emplear el tiempo eterno en algo que les gustar.
La única diferencia es que en ese jardín de la eternidad no existía el sufrimiento tan común en suelo terrenal.
Mentiría si dijera que eso me llena de felicidad.
Solo me conforta que estés en un lugar cuyos paisajes no te son desconocidos.
Satisface pensar que el padecimiento físico no existe.
Es terrible para una madre sentir que su hijo sufre y nada puede hacer para morigerar algo de su intenso dolor.
Siento algo de confort al leer a estos autores que creen que después de la vida nada se termina sino que comienza otro ciclo vedado a los terrenales y humanos-
Conocés el motivo de diferenciar a unos de otros.
No voy a repetir el concepto ya que mis fieles lectores conocen el por qué de esa diferencia.
Mi vida nunca volverá a parecerse a la de antes, ni siquiera mi forma de escribir.
Desde que te fuíste, mis musas decidieron acompañarte, no surgen otros cuentos que no estén relacionados con vos por la simple razón que al irte quedé en penumbras sin saber qué hacer y como concretarlo de manera correcta.
Cada vez que te escribo logro un clima especial.
El único sonido que se escucha es el del teclado interrumpido por algún hondo suspiro qye nace en lo profundo de la mitad de mi alma,
En el otro medio estás vos hasta que Dios decida que volvamos a estar unidos como antes.
Suelo preguntarles a las mamás cuánto tiempo hace que no besan a sus hijos, la mayoría contesta que fue hace unas pocas horas cuando partieron a sus actividades cotidianas.
Pocas veces expreso que hace casi veintiún meses que no puedo darte un beso.
Días pasados conversaba con una de las personas que más admiraste, me decía que estaba acostumbrado a vivir en soledad.
La diferencia radica que cuando necesita hablar con su familia solo tiene que levantar el teléfono para comunicarse con ellos.
No puedo hacer lo mismo aún cunado daría mi vida por escuchar tu voz de tenor. No es un halago de mamá sino la visión de un experto en la materia que educaba tu voz.
No puedo mirar los programas de televisión como antes, menos programas que ompartiamos juntos prefiero reflexionar aún cuando sepa que mis por qué recibirán como respuesta un silencio atronador.
No insistiré cuando sé que me van a contestar no es tiempo, tendré que esperar.
Hoy quise adornar estas letras desordenadas con flores parecidas a las que viven en el Jardín del Edén.
Cualquier circunstancia por intrascendente que parezca me lleva a tu lado
Te propongo un ejercicio mientras esperás que me reúna con vos te pido como siempre que nunca te olvides cuanto te quiere tu mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=RoplqDusopw
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