Monday, May 01, 2017
POR UN MOMENTO TUVE EL CIELO EN MIS MANOS
Caminar sin rumbo es el mejor ejercicio para despejar la mente e intentar sanar el alma herida por una partida que hasta el día de hoy no entiendo por más que lea a diversos autores que hablan de la vida en otro plano.
Hago referencia especialmente a quienes profesan la religión hindú una de las más antiguas en tanto tiempo o a quienes se dedican al estudio de la Antroposofía.
Leyendo se me presenta una contradicción no niego que exista vida en otros planos,, tampoco que la nuestra se acabe cuando la muerte nos lleva pues operó nuestra fecha de vencimiento.
Las diferencias surgen pese a que creo fervientemente en la reencarnación es la imposibilidad de ver a nuestros seres queridos viviendo en esos otros planos tan misteriosos.
Siempre me gustó investigar pese a ello para adherir a cualquier teoría necesito pruebas, señales.
Tal vez en el camino que surge después de la muerte ese requerimiento no sean tan necesarios.
El cerebro no descansa nunca.
Caminé rumbo al puerto de mi ciudad, un sitio tranquilo donde a esta altura no hay seres humanos caminando por ende la pequeña playa a la que se accede bajando cuatro escalones de piedra la tenía para mi sola.
El cielo mostraba algunas nubes que lo hacían más bello por la sinfonía de colores que mostraba con orgullo.
La marea estaba baja por lo tanto la playa pequeña era más extensa.
Mientras caminaba encontré toda clase de objetos que al producirse la bajante quedaban a la vista.
Los terrenales no cuidan los espacios de todos.
Algo brillaba en la arena, pensé que era una lupa.
Me equivoqué al tenerlo en mis manos me di cuenta que era el cristal de unas gafas con bastante aumento.
Como era transparente pude enfocar el cielo, con sus colores grises, rosados, naranjas.
Pocas veces lo había visto tan hermoso.
Al tenerlo tan cerca me quedé un largo rato esperando verte
No había viento por lo tanto puedo afirmar que se trataba de coloridas nubes en completa quietud.
Intenté de mil formas encontrar tu imagen adorada.
Pude observar otros seres alados.
No te encontré entre ellos.
Las lágrimas de impotencia acudieron prontamente a mis ojos.
Más allá que te tengo sellado en mi alma, entiendo que pedir visualizarte un momento no es exagerado.
Cuando tuve esa lente en mis manos me sentí como el dios de la mitología griega Urano dios del universo.
¿No existe nadie en otros planos que pueda cumplir el sueño de una mamá que solo quiere ver la cara de su hijo?
¿Cómo seguir creyendo en otras interpretaciones filosóficas?
En medio del dolor por no poder concretar un sueño tan simple quiero que sepas que estás a mi lado siempre.
Nada ni nadie podrá separarnos.
No tengo oro vehículo que me lleve a tu lado más que el amor que te tengo.
No te preocupes la ansiedad de verte, el dolor de no tenerte no son motivos suficientes para que suspenda la búsqueda de tu mirada.
Me conocés, sabés que siempre he cumplido mis objetivos.
Te amo hijo.
Ambos deberemos armarnos de paciencia.
Mientras tanto como siempre te pido que nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=lwG3YD9e4zg
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