YBA PUESTA DE SOL ESPECIAL PARA VOS

Camino con Laura en una de las mejores horas del día, el ocaso, momento especial donde el sol comienza a esconderse para darle paso a a noche.
Nuestros gustos son bastante parecidos.
Ambas optamos por la belleza del atardecer o la magnificencia de cualquier amanecen horarios donde el cielo se viste con sus mejores galas para brindar imágenes espectaculares imposibles de olvidar.
Siempre buscamos lugares abiertos donde los edificios de la ciudad no entorpecen aquello que queremos ver.
El amanecer es como el inicio de la vida, con lentitud y firmeza hace desaparecer la oscuridad.
El firmamento adquiere colores rosados, verdes y algo de anaranjado cuando el Sol nos dice aquí estoy orgulloso de mis destellos dorados,
Es vida en constante movimiento.
Chicos y grandes comienzan sus actividades cotidianas con bríos después del merecido y placentero descanso nocturno.
A medida que transcurren las horas pareciera que la jornada comienza a mostrar signos de cansancio que se muestran especialmente en el tránsito,
Todos quieren llegar para reunirse con sus familias.
Lentamente el Sol se despide del horizonte con matices más tranquilos.
No duda en convocar a los púrpuras y magenta, a veces aparece una nube plomiza intentando en vano opacar la belleza del atardecer.
Laura pregunta si existe en la mitología griega algún Dios del ocaso, mi respuesta es negativa.
Ante su mirada asombrada esperando como antes hacías vos una historia mitológicas expreso que si bien no hay un dios del ocaso existieron ninfas conocidas como
Las Hespérodes que cuidaban los árboles frutales al atardecer.
En ese majestuoso jardín se podían encontrar especies jamás imaginadas.
Gea la madre tierra les pedía especialmente que cuidaron a un manzano, en apariencia era una especie común,
Pese a ello al dar sus frutos las manzanas eran doradas, quienes las probaban accedían a la inmortalidad.
En lo personal las horas del ocaso son las que transmiten más angustia, las que suman dolor al dolor.
Los colores salidos de la excelsa paleta de un pintor, van desapareciendo, la oscuridad convierte en reina a la noche.
Noches largas para quienes han tenido tragedias traumáticas en su vida como significa la pérdida de un hijo.
El ocaso de la naturaleza termina en pocas horas.
Le temo al ocaso de la vida sin el ser que más amé mientras duró su corta existencia y seguiré amando más allá de la eternidad.
No quisiera que el paso del tiempo trajera en sus manos el ocaso intelectual.
Necesito estar con todas las luces encendidas para poder seguir cada día de mi existencia escribiéndote.
Es la única opción que me permite establecer un contacto diario, una mágica conexión que desconoce espacios y tiempos.
Un espacio reservado solo para nosotros dos.
Mi cielo te necesito como nunca.
Deseo se me conceda la posibilidad de verte una solo una vez o soñarte.
Sos mi luz, el que me anima a continuar pese a la adversidad, por ello siempre te pido que nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.

https://www.youtube.com/watch?v=MiROGmNWIoM