VIAJAR A LA ETERNIDAD

He viajado en la máquina del tiempo,
Tengo dos destinos diferentes que su velocidad me permitirá cumplir.
El primer traslado será a la antigua Grecia, mis pasos se dirigirán al Olimpo con la intención de pedirle a Cronos dios del tiempo me autorice viajar al Cosmos ya que debo ver a Eón Dios consagrado a la Eternidad.
Me recibió como si nos conociéramos desde siempre, en pocos instantes en un papiro redactó la autorización diciéndome que sabía los motivos de ducha petición pues recordaba nuestra charla anterior.
Quienes leen mus cuentos se preguntará por qué para ver a una deidad otra tuvo que permitirla.
La razón es simple y sencilla, durante la Edad Dorada ambos dioses eran confundidos,
Cronos es la deidad del Tiempo real, quien señala las horas a cada mortal, su apariencia es la de un hombre anciano.
Eón es el Dios consagrado a la eternidad, siempre mantiene su aspecto de hombre muy joven y su hábitat es el Cosmos o Universo sitio en el que también estás vos desde un pasado reciente.
No fue difícil contactar a Eón, pese a su aspecto juvenil es un sabio.
A los Dioses no se les puede llevar excusas sobre los motivos de senejante viaje.
Apenas vio que descendía de la máquina del tiempo, tendió su mano para tomar la mía.
Nos sentamos a conversar entre la constelación de libra y la de Orión.
Supo el motivo de mi visita sin que pudiera expresar una sola palabra.
De manera cordial expresó “Tu hijo está muy cerca de aquí, no te puedo llevar junto a él, ya que las puertas de la eternidad no están abiertas para los mortales.
Llegarás a tu adorado hijo cuando sea el momento.
Está bien, es un ser pletórico de luz.
Sabe de tu amor incondicional,
tus ansias de verlo, pero no es tu tiempo”
Cuando se piso de pie y tomó mis manos supe que la entrevista había terminado.
Mientras caminábamos entre la luminosidad de las estrellas que brillaban bajo nuestras pisadas formuló un pedido especial al decir que no me fuera triste, que estás bien.
Sé que nunca estuviste solo, siempre gozaste de la compañía de los ángeles que te antecedieron en el camino.
Decía que a todas las mamás que han pasado circunstancias tan trágicas siempre les dice lo mismo que sus hijos están bien, sanos, cuidados por los ángeles mayores bajo la atenta mirada de Dios.
Comprende que cualquier mamá tiene deseos y ansias de reencontrarse con sus seres más amados y ello ocurrirá a su debido tiempo.
Hijo de mi vida no me importa viajar el tiempo que sea necesario, solo quiero verte con mis ojos y con ellos decirte cuanto te amo.
Debo esperar, ignoro cuanto tiempo insumirá la espera,
Mientras ello trascurre solo te pido que nunca olvides cuanto te quiere tu mamá

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