Tuesday, May 16, 2017

UN RÍO DE AGUA DULCE COMO VOS






La mitología griega es un vergel de mitos y leyendas que continúan asombrando al mundo actual.
Hoy quiero contarte de la existencia de Aqueloo hijo de Tetis y Océano aín cuando Homero en su obra afirme que sus
La mitología griega es padres fueron Helios y Gea quien le transmitió a su hijo enormes poderes para que fuera venerado como dios de las aguas dulces.
Su aspecto era el de un anciano de barba hirsuta de la que manaba agua en forma constante, eso motivó que Gea le otorgara la potestad de ser la deidad de todos los cursos de agua dulce del mundo, también figura en la obra de Virgilio de allí su importancia como el máximo de los dioses después de su madre venerada como la tierra de todo el orbe.
Mundo que conocemos hoy.
Lis dioses cuentan con aptitudes especiales para embellecer todo aquello que está bajo su arbitrio por lo tanto no puedo dudar como amante de los mitos de la antigua Grecia que el también es el Rey de ese río en apariencia pequeño que conocimos en un lugar de nuestro país en forma casual.
A vos te fascinaba escalar los cerros del norte de nuestra patria fue así que encontramos el nacimiento de un cauce de agua tan dulce como fresca.
Un sitio casi inaccesible pues para llegar a él había que ascender unos cuantos metros para conocer el inicio de un río tranquilo nacido entre el follaje que asemejaba una postal.
Caminabas delante de mí sosteniendo mi mano.
A medida que avanzábamos con la dulzura de tu voz inolvidable, decías ¿Má si estás cansada suspendemos el recorrido?
El paisaje majestuoso me animaba a seguirte.
En las márgenes del río al que los lugareños había bautizado como mágico o escondido se reproducían las típicas gramillas que crecen en los cerros.
La diferencia se daba en que no eran las conocidas flores con los colores del sol sino que encontramos profusión de colores que alegraban la vista del caminante.
Estabas feliz con tu hallazgo.
Tus carcajadas se repetían por el eco de estar en un sitio solitario rodados de cerros.
Imposible olvidar la alegría de tus ojos tan grandes como bellos cunado metros más adelante encontramos una pasarela para cruzar el río.
En la otra margen se erguía un mirador construido en madera.
No estaba muy segura de atravesar el pequeño puente que tenía sogas para sostenerse,
Mi temor era que comenzaras a hamacarte logrando que la estructura se moviera de un lado al otro.
Riendo como siempre contestaste que por esa vez no lo harías.
El paisaje desde el mirador era conmovedor, desde abajo se veía el nacimiento de un río tranquilo.
En el punto que estábamos era mucho más ancho.
El gorjeo de varios pájaros nos regaló un concierto especial.
Picas veces te ví tan feliz.
Felicidad que no duraría demasiado.
Enfermaste y el mundo se volvió silencioso, tanto que se podían escuchar los alaridos del silencio.
Es indescriptible el dolor que se siente cuando vos y yo aún callándolo conocíamos el peor final.
Los pájaros melodiosos mutaron a un ejército de profesionales vestidos de blanco.
Con impotencia observaba día a día el terror que se apoderaba de tu ser adorado pues presentíamos sin decirlo el peor final.
No era necesario que te consolara ante lo inevitable.
Recuerdo cada una de las historias que te conté en los quince días más trágicos que nos tocó vivir.
Ahogue mi llanto que pugnaba por salir sabiendo el dolor que te causaba mi llanto.
Cumplí con la palabra dada a uno de los profesionales que me pidió que hiciera lo posible para que tu tránsito a otro plano no fuera traumático.
Solo Dios sabe que hice todo lo que pude para arrancarte una débil sonrisa.
Nunca dejé de tomar tu mano, acariciarte, besarte como quisiera hacerlo hoy.
Intuyo que en el Reino de los Cielos el padecimiento no existe, ello me conforta.
Nunca me conformará.
La pérdida de un hijo no se puede dimensionar.
Se agradecen las palabras de todos los que dicen entender el dolor, sabiendo que solo quien ha pasado por circunstancias similares es capaz de hablar el mismo idioma de todas las mamás que han traído un hijo a la vida sin pensar remotamente que ese hijo podía morir.
La realidad asesta sus golpes por el lugar que menos esperamos.
Infinidad de veces nos preguntamos por qué tamaña injusticia.
Te quería a mi lado para siempre, que fueras vos quien me despidiera a mí.
El tiempo socava de manera inexorable las heridas que nunca sanarán.
Te amo más que a mi vida,
Siempre le pido a Dios que no demore demasiado mi partida, vivir así no tiene sentido.
Tendremos que acostumbrarnos a esperar.
Por ello como siempre te ruego que nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.

https://www.youtube.com/watch?v=MK8XATKlunc

No comments: