Dafne fue una ninfa griega hija del Rey Ladón y Gea.
Desde pequeña mostró una gran belleza.
Siendo adolescente tuvo un amor desafortunado con Apolo quien se trabó en lucha con Eros por el amor de la doncella.
Esta situación produjo la huída de la ninfa quien le rogó a su padre la ayudara.
El Rey Ladón convirtió a su hija en una planta de laurel instituyendo en el santoral de aquella época el día diez y nueve de octubre para ser venerada.
Ese día se produjo tu nacimiento milenios después.
Me hubiera gustado que tu destino se hubiera parecido al de Dafne.
Ten tendría cerca las veces que quisiera.
Seguramente mis cuidados hubieran logrado que fueras el árbol más hermoso y fuerte que se pueda imaginar.
Sabés que te siento a mi lado en cada instante de mi existencia.
Si fueras parte de la naturaleza estaría siempre najo tu sombra generosa, podría acariciar tus ramas como si fueran tus brazos.
Sonreiría ante cada nuevo brote que trae la primavera.
Sos tan especial que serías un árbol de hijas perennes, una especie que diera flores exóticas que todos admiraran.
En mis momentos de soledad pienso que después que estemos juntos, las personas que te conocieron siguieran recordándote como lo hace ahora.
Te confieso que ese es uno de mis desvelos.
Sos tan bueno y generoso que me sentiría muy mal si alguien con el tiempo te olvidara.
No me importaría que un manto de olvido me cubriera a mí.
Sufriría en el lugar que el destino tenga asignado para mi que el olvido intentara aprisionarte en sus garras.
Diste demasiado sin pedir nada a cambio, como debe ser.
Un ser de luz que un día la muerte intentó sin éxito apagar-
Tengo la certeza de que todos los que te quieren de verdad jamás te olvidaran.
Te amo más allá de la eternidad por ello siempre te pido como si fuera una letanía que nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=23Bvu82SQ64
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