FLORES EN EL CIELO

Caminamos juntas hasta el nuevo invernadero ubicado sobre el boulevard.
Hace pocos días que se realizó la apertura del local.
Un lugar espectacular por la cantidad de especies de flores de todo el mundo que su dueño cuida con cariño no exento de orgullo.
El invernadero está aclimatado con el objetivo de mantener la temperatura ideal.
De las paredes cuelgan fotografías que muestran los diferentes arreglos florales que se realizan allí. También se exhiben trofeos y medallas de las competencias en las que el propietario ha participado.
Las fragancias suaves y persistentes envuelven con un halo de misterios a los visitantes.
Es todo tan bello que se hace difícil elegir un envío.
Consulto a mi amiga y me dice que no sabe por que especie optar.
Su envío es demasiado especial quiere mandar flores al cielo, la nueva morada de su hijo.
Le comento que quizás el dueño no sepa como concretar el pedido.
Le sugiero que me deje acompañarla mientras realiza su pedido.
El dueño nos hace pasar a una sala, no se muestra sorprendido por el pedido que ella acaba de realizar.
Nos cuenta que hace pocos años cuando vivía en su ciudad natal en el lejano Japón, con su esposa tuvieron la tragedia de perder también a su único heredero.
Con orgullo nos muestra la foto que está en el portarretrato sobre el escritorio,
Ella no duda en recorrer con sus manos el rostro de ese niño, es una costumbre que tiene con el suyo desde que partió.
El florista le muestra varios arreglos diciendo que será el alma de su hijo quien personalmente lleve el envío a destino.
Ella elige una sola flor, una rosa extremadamente bella.
Abonamos la compra retirándonos del invernadero.
Ke pregunto por qué eligió ese presente tan particular, me responde que a su hijo le gustaban las flores siempre que no fueran cortadas de las plantas,
Quiere que aquel allá en la eternidad tenga un recuerdo de su madre como símbolo del amor que me consta se han prodigado.
Presume que en el espacio celestial debe haber flores pero ninguna se parecerá a la que ella manda.
Pregunto si se trata de una fecha especial, me dice que no, que es un día más sin la presencia física de su hijo y quiso enviar flores al cielo.
La despido con un abrazo en la puerta de su casa, camino a la mía pienso en la suerte que tuvo ese niño de vivir rodeado de amor mientras su vida duró.
Me siento conmovida eso no me impide pedirte muchachito que nunca olvides cuanto de quiere tu mamá.

https://www.youtube.com/watch?v=SXu9SjJ6Uno