Desde el comienzo de la humanidad los grandes pensadores se preguntan cuál es la razón de la existencias, el por qué estamos de paso en el mundo terrenal.
La mayoría coincide que venimos al mundo a cumplir una misión sin explicar cual es.
Las mujeres sabemos o creemos conocer que llegamos a la vida con el propósito de formar una familia para que no se extinga la especie.
Nadie hasta el momento supo expresar qué oasa cuando creemos haber cumplido con lo encomendado y en un instante la vida y la muerte caminan tan juntas que en un punto podrían estar hermanadas.
La vida es luz, paz, la muerte es oscuridad, misterio.
Con la rapidez de la luz te asesta el peor golpe de manera inesperada,
Esquiva, indolente, carente de sentimientos se lleva como un trofeo preciado a un integrante de la familia.
See sufre la pérdida de todos los seres queridos de manera distinta aún cuando el cariño no se pueda dimensionar.
La muerte de un hijo no tiene una explicación que satisfaga a ninguna madre.
Por regla casi general se dice que son los hijos quienes deben despedir a sus mayores, en nuestro caso en particular esa presunción se transforma en horror para el que los científicos no han encontrado medicamentos que curen los dolores del alma.
Allí empieza un debate sin fin, quienes te quieren acompañan dentro de sus posibilidades pues tienen otras vidas por vivir.
Siempre se agradece el abrazo que intenta mitigar la angustia, cuando esa demostración de cálido cariño se termina, solo queda el dulce recuerdo de un momento placentero luego impiadosa aparece la soledad con más fuerza que antes sumiendo a quien ha perdido a su hijo adorado en un mundo de tinieblas del que resulta difícil salir.
Esas brumas que atormentan la razón puede ser que con el paso del tiempo morigeren su intensidad, tengo la certeza que jamás se disiparán del todo.
El amor hacia un hijo es inconmensurable por ello cuando esa mujer misteriosa se lo lleva a lo que dicen es un mundo mejor comienza el peor calvario que un mortal puede padecer.
Desde hace poco más de catorce meses soy prisionera de tinieblas tenebrosas, quisiera ver, oír, mirar que hay más allá de la existencia terrenal.
Por ahora solo puedo imaginarme un lugar donde han coronado como reina la paz, un espacio de luz que reconforta el corazón herido de quien pasó por ese trance fatal.
Quiero creer que otros ángeles como vos son tu compañía, seres celestiales que ejecutan sus liras haciendo nacer las melodías más armoniosas.
Temo pensar que estás en un sitio desconocido y en soledad, que nadie acuda a asistirte cuando el miedo te posee.
No te preocupes es propio del pensamiento de una madre que anhela lo mejor para su hijo.
Lamentablemente no puedo afirmar ni desconocer que el mundo celestial pueda existir.
El mejor lugar de los hijos es estar con su madre y no es un pensamiento egoísta nacido desde el más profundo dolor, son las cavilaciones propias de quien no conoce como és en realidad el Reino de los Cielos.
Quizás parezca ina obsesión o tal vez no.
Ningún estudioso puede negar o afirmar la existencia de un mundo mejor.
Mi anhelo es saber como estás, moriría mi razón si supiera que en la eternidad también de sufre y no estoy para darte uno de los tantos abrazos que tengo guardados para vos.
Sueño soñarte sano, vital, feliz aún cuando las distancias sean abismales.
Me conformaría si se me concediera un segundo para estar a tu lado, darte un de los innumerables besos que mueren en mi boca sin llegar al destinatario.
Fuiste feliz, amigo de tus amigos, solidario como pocos de tu misma edad, un ser de luz que siempre busco cuando el alma necesita reconfortarse, no me alcanza.
Ye traje a la vida con amor para que vivieras, cumplieras cada uno de tus proyectos que los designios del destino truncó en segundos.
Te quiero como siempre y un poco más.
Te extraño como ninca.
Esperaré no sin ansiedad el momento de ser convocada para abrazarte como antes.
Mientras elo ocurre solo te pido que nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=8b-s-BBtDJg
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