IMÁGENES OMÍRICAS

Desde siempre los cietícos han tratado de interpretar los sueños.
Dicen que los mismos se producen forma cotidiana algunos son tan vívidos que podemos recordarlos, otros escapan como aves aladas de nuestra mente y solemos expresa que hace tiempo los mismos no se produce,
El misterioso mundo de aquellos me llevó a un ligar lejano, pese a ello no me resultada desconocido.
Después de atravesar una campiña la fragancia a dlores que no podía ver de dónde provenían me llevó a investigar.
Detrás de rejas muy altas se erigía una mansión.
Parecía deshabitada aún cuando el césped estaba cuidado y las flores lucían en en todo su esplendor ofreciendo un espectáculo a la vista de quienes en algún momento hubieran pasado por allí.
El silencio era sobrecogedor, ,
Me acerqué todo lo que pude me interesaba la construcción de estilo barroco.
No tuve miedo estaba en absoluta soledad,
Detrás de un portal se veía un atril sobre el que se apoyaba una tela blanca, sobre una mesa auxiliar pomos de pintura y pinceles de variados tamaño.
No fue difícil deducir que allí vivía un pintor.
¿Quién sería el morador de ese sitio tan hermoso como solitario?
Mientras formulaba esa pregunta apareció un señor que dijo ser el cuidador de la casa, sin vacilar lo saludé quien era el dueño de la propiedad, cuando pronunció el nombre de Vincent Van Gogh tomé conciencia que mi sueño me había traslado unos cuantos siglos en el tiempo.
Al notar mi cansancio trajo un vaso de agua fresca para calmar mi sed, mientras bebía me informó que temporalmente el dueño estaba de viaje.
Al notar la curiosidad en la miada me invitó a conocer el interior.
Un salín enorme era lo que hoy llamaríamos recibidor, pisos de mármol lustrado se asemejaban a un espejo, de las paredes de color muy claro suspendidas como en el aire lucían algunas obras, no me costó reconocer que estaba frente a los cuadros de mi pintor favorito.
Un espacio vacío sería ocupado por una tela enrollada a la que esa misma tarde le colocarían un marco de fina madera tallada.
Pregunté si podía ver esa obra recién concluida, aceptó mostrarla.
La impresión fue placentera, en ese cuadro que faltaba enmarcar divisé el rostro de un joven sonriente.
Creí perder el sentido, esa pintura reflejaba tu rostro hijo de mi vida.
Tus rasgos perfectos me sonreían desde la tela.
No quise pasar mi mano sobre ella para hacerte llegar mis caricias.
El cuidador notó mi turbación ante semejante impacto visual.
Afuera el viento volvía a silbar con su forma característica.
Desperté en mi cama sobresaltada embargada por una emoción indescriptible.
La magia de un sueño me llevó a verte en otro siglo.
Amoroso como siempre.
Siempre le ruego a Dios que me permita soñarte, en esta ocasión si bien no fue de la manera que hubiera querido, pude verte en un cuadro con total nitidez,
En estado onírico suelen mezclarse épocas, recuerdos y pensamientos.
Sabés que sos el dueño de los míos desde que no te tengo.
Viajaría siglos hacia atrás como en el sueño o en el tiempo futuro para verte tan cerca de mí que nos pudiéramos abrazar.
No sé cuando ese episodio que anhelo con pasión ocurrirá, mientras espero vuelvo a pedirte que nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.

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