ME RECUERDA A LA MUJER DE LA SOMBRILLA

He llegado a conocerla un poco más.
Reconozco que es una mujer sumamente reservada, mi deseo es continuar esta amistad que comenzó a nacer hace poco meses, no quiero invadirla ni avanzar más allá de donde ella quiera, hay límites invisibles que no deseo preservar con el propósito de seguir teniendo su compañía en los tiempos que ella elija.
Aprendí a conocerla leyendo sus letras, me agradó el giro que le dio a sus cuentos, se notan atisbos de paz.
Kas heridas que produjo la partida temprana de su hijo nunca se restañarán.
Podrá con el tiempo enfocarlas desde otra óptica, el dolor podrá mutar a un sosiego que perdure en el tiempo sin olvidar al ser que más amó.
La tarde de ayer se presenó espectacular, momentos que ella utiliza para caminar cerca del mar que aún encrespado por el viento le trae esa tranquilidad que tanto necesita.
Con su mano en alto me invita a seguir sus pasos.
Por sus letras sé que le gusta viajar en el tiempo por ahora me cuenta que solo puede ubicarse en eras pasadas, encontrarse imaginariamente en los países que han vivido sus pintores favoritos.
La encuentro mejor de semblante le comento que viajando en el tiempo hoy su imagen me recuerda a una pintura de Claude Monet, sonríe por la coincidencia era discípulo de Van Gogh.
Serena me recuerda a la de Monet titulada “La mujer de la sombrilla”, retrato de una mujer lánguida como ella que al caminar parecía que volaba, portadora de rasgos delicados y llevando siempre una sombrilla para protegerse de los rayos del sol.
Otra vez logro que sonría ante la comparación, me gusta la luz que adquiere su rostro cuando muestra tímidas sonrisas.
Relata que esta sobrellevando su pena con más fuerza, afirma que su hijo ayudado por Dios son quienes la colocaron en ese grado cercano parecido al bienestar.
La entiendo su hijo era un ser especial que irradiaba luz.
Mientras viva los recuerdos se atizarán como el flamigero fuego que la tiene como prisionera.
Tengo la certeza que sus avances notorios son como el caudal de agua fresca que un pasajero del desierto desea encontrar.
No recuerdo si les comenté que este año culmino mi carrera de Humanidades mi otra pasi´´on es pintar.
Por ello esta tarde nos encontraremos en mi casa pues deseo mostrarlesunis bocetos de mi autoría.
Será la primera vez que alguien los vea, necesito su opinión dado que conozco que le fascinan todas las arte.
Aprovecharé para contarle que también soy una mujer a quien la vida dejó sola por otras circunstancias que en nada se parecen al dolor de una madre que no solo perdió al ser que más amaba.
BNos unen diferentes enfoques de la soledad,
Ello me hizo buscarla sin agobiarla, no conocía ese episodio que marcó para siempre su tránsito terrenal.
Nos despedimos con la promesa de vernos más tarde.
Ella logra que cada encuentro contenga una enseñanza de vida, debe ser porque ha pasado la peor prueba a la que puede ser sometida una mujer.
No tuve la suerte de conocerte muchachito pletórico de luz, aprendí a hacerlo escuchando y leyendo a quien te trajo a la vida.
Vos que habitás en el Reino de los Cielos, sabrás disculparme el atrevimiento de pedirte que nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.


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