Monday, November 14, 2016
IMÁGENES EN EL MAR
Temprano rendí la última materia que me convirtió en Licenciada en Humanidades, no espero el resultado de mis compañeros quiero compartir este logro personal con esa mujer que ahora puedo llamar amiga.
Ella ignora que sus reflexiones agudas me ayudaron a crecer e incorporar otras aristas del conocimiento que no se encuentra en los libros.
Los diez minutos que me separan de su casa me parecen eternos,
Manejo por la autovía con prudencia aún cuando quisiera acelerar para llegar en segundos.
Me recibe con un cálido abrazo.
Mientras tomamos un café le recuerdo que esta noche tomaremos una copa juntas, entiendo que no desee compartir la celebración que tendremos el fin de semana con mis compañeros de estudios.
Me pregunta si esta tarde puedo acompañarla hasta el puente levadizo, antes que le pregunté por qué quiere ir me dice que en el camino me contará.
Nos despedimos.
Deseo que las horas pasen rápidamente, la curiosidad es más fuerte que yo.
Preparo un almuerzo frugal mientras lo hago converso con mis amigos a los que no pude esperar, ellos entendieron mi apuro, casi todos aprobaron.
Cerca de las quince me acerco a su casa, le pregunto si desea ir en auto me dice que no.
Mientras caminamos en medio de paisajes marítimos de belleza indescriptible me cuenta de su entrenamiento y lo sucedido durante el transcurso del mismo.
Como no conozco el lugar no puedo afirmar o negar su visión.
Esperamos unos minutos para que el puente baje sus brazos gigantes y se pueda transitar sin peligro.
Al llegar compruebo que la certeza de sus dichos, ceca del puente el agua del océano es transparente como el agua de red.
Sé que desde que su ángel guardián partió su mayor deseo es volverlo a abrazar.
Me pide que mire con atención ese claro del espejo de agua.
Al principio no veo nada más que una masa líquida que nadie sabe explicar por qué allí es incolora.
Me ruega que ponga atención y le comente que observo.
Mi mirada se fija en ese espacio acuoso u tranquilo, en instantes aparece el rostro de un joven bajo la superficie, un rostro de rasgos delicados portador de la mirada más tierna que vi en mi vida.
No tarda en decirme que es la imagen de su adorado hijo que mientras entrenaba se sumergido para abrazarlo como tanto sueña.
La tomo del brazo temo que se arroje al agua,
Ella no tuvo una ilusión óptica, pude ver lo mismo y en segundos después esfurmarse el rostro que estaba sonriéndonos debajo del agua.
Le preguntó si le comentó a si entrenador esta experiencia maravillosa, responde que la única que lo sabe soy yo y me pide absoluta reserva.
Pese a que su mirada esta velada por las lágrimas su rostro muestra un estado de paz infinita.
Al regresar tratamos de buscar una explicación terrenal a esa imagen que también pude mirar, no encontramos respuesta a nuestros interrogantes, concluimos que ha sido un regalo del mundo celestial,
Dejo que desahogue su llanto silencioso, le hace bien como dice ella es su alma quien llora a su hijo amado.
Caminamos en silencio, no tardará en preguntarme si de verdad vi la imagen en el agua o lo dije solo para conformarla.
Jamás conformaría a nadie por piedad y ella lo sabe.
Soy respetuosa tanto de sus silencios como la angustia que en ocasiones la desborda, solo comienzo una charla si noto que tiene deseos de hablar.
Hoy ha sido un día en que todas las emociones se acumularon.
Nos despedimos hasta la noche.
Mientras camino en soledad me siento en un estado pletórico de paz, por fin en una situación extraña pude ver el rostro de ese hijo que sumió a su madre en una profunda tristeza,
Sé que el tiempo logrará mitigar un poco su dolor.
Mientras coloco la llave en la cerradura le pido a ese chico angelado que nunca olvide cuanto lo quiere su mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=rLRCdamydjo
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