PAZ Y SOSIEGO

No es mi pretensión ser un exegeta que interpreta textos del viejo romancero poético o versículos de textos sagrados.
Soy una mujer como cualquier otra que tiene como segunda pasión escribir.
Pensaba que una palabra tan pequeña como paz tiene un inmenso significado encerrado en tres letras.
Todos bregan por ella pero pocos tienen la voluntad para convertirla en realidad duradera.
Tampoco pretendo que todos los terrenales piensen igual, sería tedioso y la vida no tendría matices que son necesarios.
Muchas veces de cualquier estrato de la sociedad se nombra la paz que debe existir en el mundo para que haya un poco de sosiego en los lugares donde las posiciones belicosas son prioridad, más allá de los episodios sangrientos que enlutan a poblaciones enteras diezmándolas sin importar la edad de las víctimas.
Para encontrar paz y sosiego es necesario deponer una dosis grande del orgullo que tenemos los seres que transitamos por tierra, es imposible que todos impongan su voluntad en ese instante debería entrar en escena el diálogo que lleva a forjar grandes proyectos que ayudarán al bienestar de la humanidad.
Personalmente encontré paz el día que naciste,
Soleado mes de octubre para que abrieras tus ojitos asombrados a la vida.
Ese estadío de plenitud fue efímero como tu vida llenando la mía de ausencia y recuerdos constantes.
Me cuesta escribir en tiempo pasado pues para mi estarás siempre conmigo.
Hago mía tu luz para sobrevivir en un ambiente que en ocasiones se muestra hostil.
Tomo de vos tu alegría al despertar cada día, sin advertirlo te has convertido en el puntal que me sostiene para seguir.
Tu fortaleza me sacó de las profundidades de un abismo del que solo no hubiera podido comenzar a salir.
Con ese amor que derrochabas, lentamente sacaste cada piedra que me cubría para verme emerger desde ese sitio donde las tinieblas impiden pensar y razonar.
Tenerte cerca era alcanzar el cielo con las manos.
Jamás pensé que me podías faltar yesa ausencia es el dolor que no cesa.
Quizás el paso del tiempo me ayude a aceptar que fuiste elegido para cumplir una misión en otro plano, sitio que alberga paz y sosiego a quienes han sufrido como vos.
Es en ese instante cuando pensamos que la vida es injusta al arrebatarnos al ser que más quisimos, puede ser un pensamiento egoísta por desconocer que hay más allá de nuestra estancia terrenal.
Despojándome de mi condición de madre puedo afirmar que pocas veces encontré un humano como vos, con sus virtudes y defectos como los tenemos todos.
Dotado de un carácter fuerte, inflexible ante las injusticias que se cometían con vos o terceros.
Virtuoso a la hora de desdramatizar cualquier episodio, a todo le encontrabas el lado positivo.
Nunca voy a olvidar cuando me encontrabas preocupada y pronunciabas tres palabras “no es grave ma”.
Guardabas para vos alguna experiencia no grata con quienes se decían tus amigos y si no eran tales supiste acercarte al fondo de su corazón y sumar un amigo más.
Sabés que añoro tu presencia, tus besos de caramelo, tus abrazos cargados de ternura cuando me veías lagrimear.
Sabés que todos los íass al encender la computadora cumplo con el ritual de acariciar tus imágenes, no me alcanza pero no reniego como antes, me refiero al principio de tu viaje a la eternidad,
He imaginado tu nuevo hábitat de mil maneras, solo anhelo que hayas encontrado un poco de felicidad esa que se esfumó durante los últimos quince días que te tuve tomado de la mano, dándanos fuerzas mutuamente,
Mi esperanza es reencontrarme con mi primera pasión, debemos esperar, mientras ello ocurre te pido nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.

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