DE POETAS Y TRAGEDIAS

No existe actividad más efectiva que utilizar el pensamiento con la intención de viajar en el tiempo.
Los neurocientíficos afirman que es la mejor forma de mantener el cerebro joven más allá de la edad biológica.
En esta ocasión viajaré milenios AC.
A tal fin mientas me transporto iré cambiando mi atuendo.
Tengo previsto conocer a Sófocles en su juventud.
Vestiré una túnica blanca sostenida por un cordón dorado, no cubriré mis pies, quiero pisar la tierra del gran poeta y dramaturgo para recibir algo del fuego sagrado de ese gran hombre que dejó como legado mas de ciento veinticuatro tragedias que hasta el día de hoy tienen plena vigencia.
Ahora entiendo por qué fue el hombre más admirado por tu abuelo.
A nuestra familia siempre le fascinaron los poetas y dramaturgos.
Un ser de gran inteligencia nacido en las afueras de Atenas.
Adolescente dirigiría el coro de la ciudad ateniense cuando se llevaban a cabo importantes celebraciones.
Su legado vigente nos dejó obras como Antífona, ese personaje dramático que arranco más de una lágrima de quienes presenciaban la obra, o Edipo Rey, sus conclusiones sobre los complejos de Edipo y Electra.
Filósofo y poeta que sería bienvenido en este mundo convulsionado.
Llego a la cita puntualmente, me recibe un hombre agadable, desde la primera palabra que pronuncia deja ver su inteligencia.
Cuenta que no nació en Atenas sino en Colona, en las afueras de la gran ciudad griega.
Comenzó a escribir obras trágicas cuando era un adolescente.
Me dice que jamás le interesó la política pese a ello fue elegido en dos oportunidades estratega, declinando la tercera.
Me pregunta con una amplia sonrisa por qué viajé desde tan lejos en el tiempo.
Pese a su barba blanca prolijamente recortada escucha mi propia tragedia.
Le cuento que fui madre de un ser de luz que partió tempranamente dejando mi alma como si fuera un espejo al que se le arrijan piedras.
Roma mi mano entre las suyas para transmitirme un poco de esa paz que tanto necesito.
Profético comenta que siolo el tiempo sin poder calcular cuanto comenzará a cicatrizar las heridas que aún sangran.
Me dice que viaje en el tiempo cuantas veces lo necesite, aquel jamás se detiene a la hora de visitar el pasado o el futuro..
Antes de despedirnos desea que lo recuerde, no tano como a vos, tan solo un poco.
Entra al salón de su casa mientras observo los cuidados y fragantes jardines,
No tengo dudas que he llegado a Grecia en su máximo esplendor.
Me preocupa su demora.
Pienso que tal vez no quiso escuchar más a una mamá que solo habla del hijo que trajo a la vida para que viviera, sin pensar un instante que en cualquier momento la muerte lo arrebataría de mi lado.
Siento conmoción cuando me llama por mi nombre de pila.
En sus manos trae una enorme cantidad de papiros que el tiempo los dotó de colores sepia.
Su amigo Plutarco condensó toda su obra en “Vidas paralelas”.
Bo quiere que lo lea antes de llegar a mi destino luego de haber viajado milenios en la historia.
Relata que en esa compilación de sus obras encontraré un pasaje que se parece demasiado a mi historia.
Asciendo a la máquina del tiempo en el hoy me esperan, no deseo preocuparlos ni aumentar la pena que sienten por tu partida.
Me saluda como un padre que despide a su hija.
No sé si vuelva a tener la oportunidad de estar ante la presencia de un poeta y dramaturgo.
Solo tengo la certeza que seguiré cada uno de sus consejos.
Esforzarme por reparar los daños que llevo en el alma, tarea difícil pero no imposible.
Borrar de mi mente a quienes dijeron amarte y nunca escucharon tu postrer llamado.
Dejar que mis lágrimas rueden en libertad sin reprimirlas, esa descarga emocional es una ayuda más aún cuando sean producidas por el dolor más grande que existe en el mundo como es la pérdida de un hijo amado.
No perder nunca la conexión con vos, sea a través de la escritura o de los recuerdos.
No alimentar sentimientos negativos que nunca he tenido.
Aceptar de a poco los designios de la vida.
No pretender viajar al futuro para reencontrarme con vos,, ese evento llegará cuando deba ser.
Los acontecimientos no se adelantan, todos vivimos el presente sin proyectar el futuro.
Regreso conforme de esa reunión magnifica.
He aprendido que contener la ansiedad no es tarea fácil, sobre todo para una mamá que vio partir en soledad a la razón de su existencia.
Hijo de mi vida el camino a recorrer que me queda es tortuoso, no puedo estimar ningún tiempo.
Nuestro reencuentro se producirá cuando Dios lo decida.
Tené paciencia, yo también quiero abrazarte y besarte como cualquier madre haría con su hijo,
Por favor nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.

https://www.youtube.com/watch?v=W853cKSJ4tQ