EXTRAÑO TU BELLA MIRADA

Necesito distenderme para darle un relax a mis pensamientos.
Observo el jardín, precisa urgente un arreglo.
No voy a llamar al jardinero, deseo palpar con mis manos la tierra.
Los meteorólogos advierten sobre una ola de calor sofocante.
Las luces del alba me encuentran buscando todos los elementos necesarios para dejar el parque como deseo.
El contacto con la tierra es beneficioso por lo tanto no utilizaré los clásicos guantes.
Corto el césped con la máquina que a la vez va levantado aquello que deslucía el paisaje.
Para los bordes de los canteros utilizaré tijeras.
Escardillo los terrones de tierra, los más pequeños los deshago con mis manos.
El contacto estremece, ninguno de los dos quiso que cuando partieras fueras cubierto por tierra, una elección difícil para una madre que debe cumplir con la voluntad de su amado hijo.
Intento no pensarte, es imposible.
Todas las flores tienen un único destinatario, vos razón de mi existencia.
He concluido la tarea, aprovechando que el sol no ha llegado al punto más alto abro los aspersores para que el agua sacie la sed de las plantas.
Mientras ello ocurre como siempre busco el cielo.
Ninguna nube lo opaca, el celeste es nítido casi transparente.
Busco tu mirada en la esfera celeste, esa mirada tan bella como triste como si hubiera adivinado que prontamente tu vida se extinguiría.
Creo ver la imagen de un rostro, necesito los binoculares para visualizar con más nitidez.
Siento opresión en el pecho, no son tus ojos los que miran desde la eternidad, es la mirada clara de ese Ser Superior que te cuida desde hace tantos meses.
A Él le pido que me deje verte por unos instantes, complaciente sonríe, pareciera querer transmitirme que aún no es tiempo para que se produzca el reencuentro que anhelo con todo fervor.
En este tiempo de ausencia parecido a un calvario he aprendido a dejar de lado la ansiedad y esperar con paciencia, paciencia que no está nunca sola.
Evocar tu recuerdo, los días felices y aquellos que no lo fueron convoca a mis lágrimas.
No quiero herirte pero no puedo evitarlas.
Sabés que únicamente quien ha pasado por instancias tan trágicas como la mía puede entender la dimensión de un dolor que cada día se agiganta.
Quisiera que me vieras no feliz pues ese vocablo ha desaparecido de mi léxico,
Tu ausencia inesperada se lo llevó muy a la eternidad.
Juntos algún día podremos desterrarlo para que solo puedan usarlo aquellos que sienten ese estado para nosotros inexistente.
No puedo manipular las manecillas del tiempo, eso me impide saber cuánto falta para poder darte un beso, no es demasiado lo que pido.
Me conformaría hacerlo en estado onírico.
Te quiero hijo de mi vida, siempre buscaré tu mirada en el cielo, mientras ello sucede solo te pido que nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.

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