No siempre encuentro disponible la máqina del tiempo para emprender viaje al lugar de la historia que deseo.
Ella conoce mis gustos en ocasiones la encuentro con cierta asiduidad y en otras debo esperar a recibir alguna señal que me indique que está a llevarme a pasear `por la historia.
Conoce mi pasión por algunos personajes de la mitología griega.
En el viaje anterior le jabía solicitado la intención de visitar al Dios de los vientos Eolo.
Me pregunta a cual de ellos deseo ver pues hay más de uno,
Le informo que no deseo ver al hijo de Helen, un dios griego muy prolífico, nunca se ha podido establecer la cantidad de hijos reconocidos qye tuvi, entre los más conocidos se encuentra Sísifo.
Insisto que deseo encontrarme con Eolo el heredero de Poseidón u Arme es decir que deseo ver al segundo Eolo.
A través de un sueño he recibido un mensaje que enciende mis ilusiones de poder encontrarte tan solo unos segundos.
Nuestra salida se producirá al amanecer, debo estar preparada en la costa de un lago determinado.
El cielo muestra la belleza en todo su esplendor cuando aparecen las primeras luces del alba.
Colores naranjas y dorados contrastan con el celeste límpido tradicional.
Como si fuera una niña me descalzo para sentir la frescura del agua en mis pies.
Debemos partir.
Los dioses helénicos suelen enojarse cuando la persona citada demora su llegada.
La puntualidad es una de mis escasas virtudes.
Arribamos al punto de encuentro.
Eolo les dice a sus asistentes que desea hablar a sola conmigo.
Es un hombre sencillo pese a sus antecedentes de ser tempestuoso y arrasar a su paso con todo lo que se interponga en su camino,
Confiesa que solo lo hace cuando los imprevistos, no tiene otra alternativa que ponerse un poco violento.
Me acara que este no es mi caso, algo que me tranquiliza.
Np necesito contarle mi trágica historia, sabe que he visitado a otras deidades griegas sin obtener resultados satisfactorios.
El rubor se apodera de mis mejillas cuando me habla de u admiración hacia mi.
No es fácil encontrar a una madre sobrepasada por el dolor que atraviese el tiempo con tal de tener la posibilidad de contemplar la mirada de chocolate de su hijo.
Me anticipa que no hace milagros pero que está dispuesto a ayudarme.
Pregunto qué debo dejar a cambio la contestación es tan rápida qye me llena de emoción.
SDice “Si logras ese encuentro anhelado es por tu perseverancia” cuando regreses me conformo con que me des las gracias, le digo que es poco, que hace tiempo estoy buscando un sinónimo de esa bendita palabra y no lo encuentro,
Con una sonrisa amplia me dice que mi búsqueda es infructuosa.
La entrevista culmina, me desea suerte para el experimento.
Me pide que esté relajada, abstraída de cualquier pensamiento que pudiera hacer naufragar el momento de volver a mirarte a los ojos.
Revisa mi posición, los brazos laxos al lado del cuerpo, descalza, vestida con una túnica blanca que me fue provista a mi arribo.
Me despide con un beso en la frente, estoy a punto de romper en llanto.
Me pide que contenga las lágrimas que tenga fé y solo piense en vos.
Comienzo a levitar, la sensación es placentera. Eolo sopla con un poco más de intensidad para que llegue rápido al punto del Universo en el que me podré desplazar sola sin ayuda.
Eolo esperará mi regreso.
Llego al Edén consternada por la cantidad de jóvenes como vos que ya no transitan la vida terrena.
Al verlos siento algo de confort al saber que no estás solo.
Durante treinta segundos puedo sumergirme en tu mirada tan bella como invada por la tristeza.
Lloro de emoción he podido verte solo segundos, comprobé que estás en un mundo mejor.
Amor debo regresar.
No lo haré en la máquina del tiempo, por ser respetuosa, el mismo Eolo será el encargado de llevarme a casa.
El regreso es suave.
Siento que la brisa me acuna, tengo solo agradecimiento para el Dios de los Vientos que posibilitó ver tu mirada y hablar como antes a través de ella.
Lo atemporal no se percibe en tiempo real.
Ignoro cuanto duró el viaje.
Miro el cielo el sol legó a su zenit.
Es temprano, aprovecharé para contarte mi experiencia.
Decirte que te quiero más que nunca, que estás dentro de mi como si fueras mi hermano siamés.
Ytato de restar importancia al tiempo que falta para reunirme con vos por toda la eternidad.
Mientras espero trataré de continuar esta amistad sobrenatural con las deidades griegas.
No hacen milagros, es verdad, pero ayudan a que la realidad sea menos dolorosa, menos traumáticas-
Së qie estás en un plano mejor, cuidado por los brazos de Dios.
Ye amo y por ello te pido que nunca te olvides cuanto te quiere tu mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=E1X9Z3OkAdI
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