Sunday, January 22, 2017
QYUETUD, SILENCIO, AUSENCIAA
Hace tanto tiempo que nací que solo puedo recordar entre otras cosas mi nombre.
Fui reconocido como Silencio.
No soy sociable, tengo dos amigas, Quietud y Ausencia, mi nombre es raro, rechazado mal visto.
Palabra o nombre que muchos quisieran descartar de sus vidas, incluido yo.
Es una carga pesada ser quien soy.
En ocasiones donde aparece la tristeza piden me calle, no tengo voz sin embargo dicen que el sonido es estrepitoso, ensordecedor.
¿Para quién?
Para los seres que se han quedado solos, para las madres que no aceptarán nunca que sus hijos tuvieron un paso fugaz por la tierra.
A ellas las rodeo con mi manto, no quiero que nadie las moleste.
Las ubico en imaginarias cápsulas de cristal para que puedan desahogar su llanto.
Como tu ellas saben que esas cicatrices no cerrarán nunca, me las arreglo ara aliviarlas, pueden contar conmigo en el momento que me precisen para recordar a quienes el destino les truncó la vida.
Sé que ella pasa unos días que jamás llegó a imaginar, su hijo lleno de vida se fue tan en quince días.
Soy testigo que presenció que a su manera madre e hijo se aferraban a la vida aún cuando intuyeran que la muerte acechaba y llegaría en un segundo inesperado, segundo fatídico que se repite en forma constante.
Volvamos a mí.
Silencio.
No me alcanza que digan que a veces soy absolutamente necesario, no me alcanza porque creo en el don de la Palabra que no puedo afirmar haya nacido posterior al Habla, ya que ésta para expresarse necesitó de la primera.
Suelo acompañar tristezas, estoy presente en las despedidas o en las llegadas de sucesos que muchas veces no alcanzo a comprender en plenitud.
La vida que me fue asignada no es saludable,
Carezco de atuendos para que puedas identificarme, soy una percepción, no necesito vestido de ninguna especie para alojarme en las almas.
Quisiera que quienes me contienen me condenaran al destierro, de esa forma lograría la felicidad de los seres humanos.
Me gusta observar la naturaleza, de ella aprendo, es compañía para mis días grises, color copiado a las nubes que preludian tormentas.
Anhelaría ser como el curso de un río cristalino, ese que mágicamente con su canto horada las piedras, fundirme en un vergel de flores y follaje para regalarte el aroma intenso que se desprende de cada especie.
Tener alas imaginarias que me convirtieran en ruiseñor que acompañara tus sueños, sueños cumplidos o por cumplir, el tiempo no importa.
No quiero ser más un recuerdo que anide en tu alma.
Si tuviera capacidad suficiente, no dudes que llamaría al olvido, aún cuando supiera que allí encontraría el fin de mi vida.
He sido testigo de lágrimas derramadas, algunas sin causa justificada, otras que nacieron por actitudes desmesuradas.
Contemplé al poeta en el instante que sus musas estaban calladas.
Estuve en el instante preciso cuando
el músico terminaba de escribir armoniosas melodías en el pentagrama.
Admiré las almas de aquellos que sentían amor en cualquiera de sus manifestaciones, de una madre que acuna a su hijo, amor de pareja encendiendo fuegos eternos, amores fraternos, amores cómplices de amigos parecidos a los mosqueteros.
Audaces defendían a capa y espada sus convicciones, equivocadas o no era necesario respetarlas, en esos momentos aciagos hacía acto de presencia.
¿Sabés una cosa? Aprendí a llorar como los seres humanos, seguramente tu no puedes ver mis lágrimas, están alojadas en un corazón que de a poco se fue lastimando.
Nadie puede elegir los designios de la vida, te aseguro que muchas veces he palpitado al ritmo de oros corazones amados.
Del devenir cotidiano tomé lo más saludable, quizás nunca entiendas en su cabal dimensión, mis actitudes.
El tiempo es como los orfebres, lentamente y con mi presencia van tallando su obra.
Para finalizar te hago un pedido, aléjame de tu vida, tu puedes convertirme en esa sonrisa que vaya a saber por qué en un momento huyen dejándonos desamparados.
Ama como solo tú sabes hacerlo, nunca olvides conjugar el verbo compartir, lograrás una vida plácida.
Acude a mi cuando necesites establecer pausas, no prolongues la tristeza en el tiempo, deja que la vida fluya, tengo muchas cosas por hacer, la más importante es poder convertirme para siempre en una sonrisa, nunca más recuerdos del alma.
A vos madrecita que amaste hasta el paroxismo a tu hijo quiero pedirte que trates de sanar las heridas para convertirlas en cicatrices que te acompañarán hasta tu último suspiro.
Llora a ese Sol que tuviste como hijo todas las veces que lo consideres necesario, era tu vida, no te prives de hacerlo
Mientras tanto te pido que también recuerdes las cosas bonitas que vivieron juntos.
Comparte tu duelo solo con aquellos que pueden contenerte, por ejemplo tu familia chiquita.
Recuerda que para estos momentos tan algunos todos tienen curas milagrosas, excesos de consejos.
Silencio no cree mucho en esas pantallas hay que vivir cada experiencia para opinar con argumentos sostenibles en el tiempo.
Lo demás es anécdota.
Ser de luz que has dejado a tu madre en as tinieblas, hoy Silencio te pide como siempre que nunca olvides cuanto te quiere tu ma.
https://www.youtube.com/watch?v=MmHtHAF_6AI
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