ROSAS DE PORCELANA

 Buenos días mi cielo, te salido en una mañana gris y ventosa.

Hoy más tarde, debido a trámites ineludibles.

Como siempre con vos comparto mis sueños con vosEn esta ocasiMorfeo me sorprendió en un jardín especial.Por un instante pensé me hallaba en el jardín del Edén.

Las flores que lo ornamentaban no eran como las que encontramos en la tierra, todas las especies eran de porcelana.

Quede maravillada ante un ramo preparado con rosas de porcelana de tonos marfil.

Ante la extraña composición   de las mismas, mi alma por primera vez desde tu ausencia, imaginé te encontraría en ese espacio exótico  para darte el beso que tanto ansí

P.poco importaba la extensión del sitio si ello permitía cumpliera este anhelo de mi mayor utopía.

CreíCreí ver entre ñas flores tu sombra, cuando me acercaba  aquella se desvanecía.

¿P¿Por qué todo se diluye a la hora de encontrarte?

¿P¿Por qué  la vida es injusta convocando

aa la  muerte  temprana?

¿Por qué se lleva a los seres luminosos como vos?

¿¿Tanta luminosidad precisa en el espacio donde descansan los muertos?.

¿Conocen la desolación que padecemos quienes perdemos a nuestros hijos?

LLa vida debería ser eterna como ella.

SSeguramente no sabe cuánto extrañamos a los que parten.

Más cuando quien se va de suelo terreno es un hijo.

Caminé mucho tiempo buscándote.

En el instante pensé seguiría durmiendo, desperté con el rostro cubierto de lágrimas.

Esas rosas de porcelana no despertarán cuando caigan las primeras gotas de rocío. Yacientes no precisan riego.

Pareciera los muertos no necesitan cariño.

Poseo demasiado para ofrecerte.

Una foto tuya, nunca responderá mis ruegos de acariciarte.

Solo me mira solicitando llegue a conformarme.

Pedido invalido.

Una mamá nunca aceptará la partida de su hijo.

¿Será que al solicitarlo tanto, no quiere llevarme a tu lado?

Añoro ese paisaje que contemplábamos juntos.

Pocos comprenden el martirio de la ausencia.

Te traje a suelo terreno con la intención de estar siempre juntos.

¿Qué debo hacer para verte corporizado.

Es demasiado larga la espera a la  que estoy sometida.

Es muy difícil pasar por esta prueba impuesta por el destino.

¿Por qué debo hacerlo?

Como ocurre a diario nadie es capaz de resolver mis dilemas?

No sé estar sola.

Imagino no existe terrenal pueda soportar tanto dolor.

Encontré una poesía dedicada a las rosas, quiero la leas, sabiendo intentan ser portadoras del amor más puro que existe en la tierra.

 

“Límites (Jorge Luís Borges)

 

 

 

De estas calles que ahondan el poniente,

 

una habrá (no sé cuál) que he recorrido

 

ya por última vez, indiferente

 

y sin adivinarlo, sometido

 

 

 

a quien prefija omnipotentes normas

 

y una secreta y rígida medida

 

a las sombras, los sueños y las formas

 

que destejen y tejen esta vida.

 

 

 

Si para todo hay término y hay tasa

 

y última vez y nunca más y olvido

 

¿Quién nos dirá de quién, en esta casa

 

sin saberlo, nos hemos despedido?

 

 

 

Tras el cristal ya gris la noche cesa

 

y del alto de libros que una trunca

 

sombra dilata por la vaga mesa,

 

alguno habrá que no leeremos nunca.

 

 

 

Hay en el Sur más de un portón gastado

 

con sus jarrones de mampostería

 

y tunas, que a mi paso está vedado

 

como si fuera una litografía.

 

 

 

Para siempre cerraste alguna puerta

 

y hay un espejo que te aguarda en vano;

 

la encrucijada te parece abierta

 

y la vigila, cuadrifronte, Jano.

 

 

 

Hay, entre todas tus memorias, una

 

que se ha perdido irreparablemente;

 

no te verán bajar a aquella fuente

 

ni el blanco sol ni la amarilla luna.

 

 

 

No volverá tu voz a lo que el persa

 

dijo en su lengua de aves y de rosas,

 

cuando al ocaso, ante la luz dispersa,

 

quieras decir inolvidables cosas.

 

 

 

¿Y el incesante Ródano y el lago,

 

todo ese ayer sobre el cual hoy me inclino?

 

Tan perdido estará como Cartago

 

que con fuego y con sal borró el latino.

 

 

 

Creo en el alba oír un atareado

 

rumor de multitudes que se alejan;

 

son lo que me ha querido y olvidado;

 

espacio, tiempo y Borges ya me dejan.”

 

Hijo querido la felicidad regresará a mí cuando nos reencontremos para siempre.

Por ahora, solo tengo atisbos de paz en suelo terreno.

Mi sendero está cargado de espinas de rosas, no de porcelana, sino las que tanto admiramos en el sur del país.

¿Has visto a una madre reencontrarse con su amado hijo?

Dichosas aquellas que pudieron lograrlo.

No tengo más alternativa que esperar ese momento.

Doy fe no creer en ellos.

Tesoro de mi vida, te amo como jamás pensé hacerlo.

En esta soledad inexpugnable debo seguir esperando la concreción de un milagro

¡Hermoso sería volvieras a la vida para prodigarnos más cariño que antes!

No sucederá.

A ello me revelo.

No existe maestro habilitado a enseñar a una madre debe seguir en el inframundo, rogando por su hijo.

¿Cuál es la distancia que nos separa?

No es suficiente sentirte en cada célula de mi ser, preciso verte.

Reírme con la sonoridad de tu risa contagiosa.

Seguir viviendo juntos.

Imposible solicitar a la muerte me lleve a tu lado.

La respuesta siempre será la misma, el alarido del silencio.

Te amo inmensamente.

Juntos  éramos invencibles.

Sola soy una mujer rota.

El resto de mi realidad será evocarte.

Ayudame a terminar con esta existencia,

Deseo revivir a tu lado.

Es el único deseo que poseo.

¿Por qué no nos dejan unir nuestras soledades?

Hijo de mi alma, solo te pido nunca olvides cuanto te quiere, mamá.

 

 

 

 

https://www.youtube.com/watch?v=V_gcG-g1j2U