EN BÚSQUEDA DE RESPUESTAS

Amor bonito otro mes más de ausencia dolorosa.

No puedo evadir la tristeza ni aceptar el destino que me fuera asignado, tal vez cuando arribé a  este mundo donde no deseo estar.

No he podido soñar con vos para darte un beso y decirte cuanto te extraño.

A mis sueños llegó una mujer desconocida con atuendo antiguo.

Al preguntarle hacia donde se dirigía , respondió “Ah estoy en búsqueda de respuestas que ayuden a morigerar tu dolor.”

No contesté nada,

En ningún lugar se hallan las contestaciones a mis dilemas.

Se trata de un estadío que a nadie le deseo.

En ninguna parte  las vacilaciones que  tengo pueden ser mitigadas.

No alcanza la voluntad ni el esfuerzo cuando se trata de la partida de un hijo.

Los meses se transformaron en años.

Han pasado demasiados.

Ayer tu prima me preguntaba por qué en muchos contactos escribo, no pertenezco a este suelo.

La respuesta fue sencilla, siempre escriño aquello que pienso.

No estoy cómoda  en la tierra.

Mi deseo es esta a ti lado.

Nunca entendí

¿Por qué no puedo?

Llegar al final es fácil, transitarlo es algo que a nadie se le desea.

Tal vez esa mujer anónima con su vaporoso vestido, imitando los colores del océano pueda resolver sus dudas para luego transmitirlas a quienes estamos poseídas por  la desesperación, no se puede comparar con ninguna otra.

Por el contrario, la impotencia va generando dudas.

Nada  mitiga la tristeza de una madre que ha perdido su mejor obra.

El consuelo nunca llega, menos la resignación.

Puedo resignar la compra de un objeto material, nunca la pérdida de un hijo.

Desaparecieron las palabras capaces de describir ese sentimiento tan oscuro.

A la fémina que caminaba hacia el mar buscando eso tan importante como es una palabra, le  alcancé una poesía que llevaba en mi mochila.

Saludó agitando la mano, la perdí de vista cuando se sumergió en las aguas del mar bravío..

 

“CÓMO SERÁ EL MAR

 

Guillermo Prieto

 

 

 

Tu nombre ¡o mar! en mi interior resuena;

 

despierta mi cansada fantasía:

 

conmueve, engrandece al alma mía,

 

de entusiasmo férvido la llena.

 

 

 

Nada de limitado me comprime,

 

cuando imagino contemplar tu seno;

 

aludo, melancólico y sereno,

 

o frente augusta; tu mugir sublime.

 

 

 

Serás ¡oh mar! magnifico y grandioso

 

cuando duermas risueño y sosegado;

 

cuando a tu seno quieto y dilatado

 

acaricie el ambiente delicioso?

 

 

 

¿Cuando soberbio, ardiente, enfurecido

 

gimiendo te abalances hasta el cielo:

 

cuando haga retemblar al ancho cielo

 

de tus inquietas aguas el bramido?

 

 

 

Dulce será la luz del claro día

 

si en tus diáfanas ondas reverbera;

 

grata el aura y la roca que altanera

 

tus impulsos vehementes desafía.

 

 

 

Creo ver en tu imperio turbulento

 

la excelsa eternidad en su palacio,

 

dominando en el mundo y el espacio,

 

midiendo la extensión del firmamento.

 

 

 

De la divinidad eres idea;

 

del mundo miserable poesía

 

la dulce admiración del alma mía;

 

con tu vista el Eterno se recrea.

 

 

 

La rama de la playa, que distante

 

en tu inquieta extensión vaga perdida,

 

como el recuerdo triste de la vida

 

en la mente del hombre agonizante.

De la luna fulgente la luz pura,

 

a través de la nube borrascosa,

 

cual memoria de madre cariñosa

 

en medio de una amarga desventura.

 

 

 

De embarcación el mísero deshecho

 

que gire por tu seno sosegado,

 

como presentimiento desgraciado

 

que hace agitar del navegante el pecho.

 

 

 

Todo, todo lo harás interesante:

 

¿no te habré de admirar? ¿Será vedado

 

a mis oídos tu mugir sagrado

 

Y siempre, siempre te tendré distante?

 

 

 

¿La mano del dolor que me comprime,

 

a perecer cautivo me destina

 

entre paredes de ciudad mezquina

 

sin venerar tu majestad sublime?

 

 

 

¿O a ti, me llevará la suerte impía,

 

cubierto de dolor, sin tener padre;

 

sin mi dulce adorada; sin mi madre,

 

lanzado, ay triste, de la patria mía?”

 

Hijo querido es angustiante no tenerte.

Será así, hasta que me entreguen los pasajes, en este caso solo hace falta uno, para llegar a tu lado.

No quiero compasión, el deseo es abandonar el mundo terrenal del que nunca más me sentiré parte integrante.

¿Dónde estás hijo querido?

¿Por qué no puedo verte y de esa forma abrazarte?

¿Por qué tengo la sensación de estar usurpando este lugar que produce rechazo?

Sin vos querido mío. Me falta identidad.

¿Qué hice mal querido hijo?

¿Ha sido tan grave que se llevó tu vida?

Preciso me ayudes a llegar a ese lado, al que todos mencionan, careciendo de datos fidedignos.

¿Podrías ayudarme en esta travesía?

¿Será difícil conquistar un pedacito de

cielo?

¿Es allí donde puedo encontrarte?

Puedo ir al lugar que sea.

No       quiero estar más en este suelo.

¿Nadie se ha dado cuenta del clamor de esta madre?

La peor condena es que te quiten un hijo y no exista ente alguno capaz de explicar sus actitudes.

Tesoro te amo más que a nadie en este y otros mundos.

¿Existirán esos espacios?

Quiero verte ahora para contarte la intensidad de mi cariño.

Abrazarte  hasta que los brazos duelan.

Sumergirme en la profundidad de tu bella mirada.

Gritar al mundo, ese muchacho es mi hijo.

Necesito sepultar para siempre el silencio.

Hijo de mi alma, en este día que se cumple un mes más de tu imprevista partida, he de pedirte, no olvides nunca, cuanto te quiere, mamá.

 

 

https://www.youtube.com/watch?v=VbDOzOEgnm8