Buenos días
hijo querido.
Te saludo en
una mañana con el cielo cubierto de oscuros celajes.
Una mañana
desapacible, con la probabilidad de la existencia de algunas lluvias para el
atardecer.
Después de
una semana con crisis institucional.
El resultado
de las elecciones fue demoledor para las autoridades actuales.
Prometieron
un cambio de gabinete acorde a las circunstancias.
Solo
cambiaron las figuritas de lugar, con la anuencia de la vicepresidente-
El primer
mandatario solo conservó dos o tres personajes.
Todo fue
realizado de manera desprolija, el ex canciller se enteró en el avión que lo
transportaba a México para conmemorar el bicentenario, había dejado de serlo.
Al descender
en el aeropuerto de aquel país, encontró rápidamente un vuelo a Buenos Aires.
No imagino
al nuevo canciller que jurará mañana hablando por ejemplo, con la canciller de Alemania ni con ningún canciller del planeta.
Un papelón .
Harta que
transmitan como única noticia los sucesos de aquí, estuve mirando por televisión,
un festival llevado a cabo en tierras asiáticas.
Precisamente
en la isla de Japón, un festival en el
que participaba una bailarina de nuestra canción ciudadana. Venerada en Oriente.
No solo
porque baila tango sino porque la han adoptado como propia.
Ellos también
hacen un culto de la música ciudadana.
La cadencia
de sus melodías es cautivante.
Pese a tu
edad, constituía un placer, escuchar tu voz de barítono, entonándolos.
Ayer todos
los recuerdos anidaron en mi mente.
Oírte cantar
era un placer.
Todas las
noches de la bailarina en los teatros de Tokio, junto a su partenaire fueron un
éxito increíble.
Ahora no
está viajando por el tema del virus que afecta al mundo.
El tango es
una danza sensual.
Los
bailarines demuestran su destreza con rapidez para enlazar sus piernas.
Siempre en
mis búsquedas estás vos o las mismas están relacionadas con vos.
No has
aparecido en mis sueños para que pueda darte un beso.
No se trata
de una obsesión sino de una necesidad.
Ningún
integrante de la familia lo está pasando bien.
Duele la
enfermedad de quien con su esposa que ya no está, renga tan delicado problema
de salud.
Fueron
los primeros en acercarse cuando ocurrió
la primera parte de tu internación.
Mi pedido
es solicitar no sufra.
Recién me
acaban de pasar la dirección de una casa de telefonía celular,
Debo quitar
un sonido extraño que comenzó hace un
par de días.
No quisiera
dañe el equipo.
Hoy en lugar
de un poema dejaré la letra de un tango conocido a nivel mundial
Espero por
unos instantes acompañe tu soledad.
Desearía
escucharte cantar como antes.
“LA
CUMPARSITA
La
cumparsita (1924)
Letra:
Pascual Contursi y Enrique Pedro Maroni
Música:
Gerardo Hernán Matos Rodriguez
Si supieras,
que aún dentro de mi alma,
conservo
aquel cariño
que tuve
para ti…
Quién sabe
si supieras
que nunca te
he olvidado,
volviendo a
tu pasado
te acordarás
de mí…
Los amigos
ya no vienen
ni siquiera
a visitarme,
nadie quiere
consolarme
en la
aflicción…
Desde el día
que te fuiste
siento
angustias en mi pecho,
decí,
percanta, ¿que has hecho
de mi pobre
corazón?
Sin embargo,
yo siempre te recuerdo
con el
cariño santo
que tuve
para tí.
Y estás en
todas partes,
pedazo de mi
vida,
y aquellos
ojos que fueron mi alegría
los busco
por todas partes
y no los
puedo hallar.
Al cotorro
abandonado
ya ni el sol
por la mañana
asoma por la
ventana
como cuando
estabas vos,
y aquel
perrito compañero
que por tu
ausencia no comía,
al verme
solo el otro día
también me
dejó.”
Querido,
otra semana culmina, sin tener la posibilidad de soñarte.
¿Cuándo
vendrás a verme?
Ayer pude oír
tu voz en la escalera de peldaños de madera.
No alcanza.
Preciso
estar a tu lado para contarte, la intensidad de este amor incontrolable.
Imagino debe
ser parecido al de otras madres atravesando circunstancias adversas
La mayoría
de las personas se aferra a la vida, mi intención es abandonar suelo terreno a
la brevedad.
Mis
esfuerzos están dedicados a cumplir ese derrotero, sin tantos escollos en el
camino.
No encuentro
los adjetivos exactos para calificar el drama que trajo tu ausencia.
Como la
protagonista del libro de Simonne de Bouvoir, soy una mujer rota.
Nada puede
reconstruirme.
Nos pasa a
todas quienes hemos perdido al hijo amado.
Es tanta la
profundidad de las heridas que los jirones del alma se transforman en delgadas
hilachas.
Al
desprenderse aumentan el sufrimiento.
¿Deberé
esperar se rompa la última para concretar mis utopías?
¿Por qué
vivir se torna complicado?
Juntos
teníamos todo más fácil.
Las
dificultades podían resolverse.
El destino
marca designios desconocidos por mí.
Deja
expuesta toda su crueldad, al mantener
mi cautiverio, sin dar explicaciones de ese razonamiento imposible de entender.
Nada le
costaría mostrarse como un caballero explicando las razones por las que me
mantiene donde no deseo estar.
¿Acaso
ignora, una madre siempre necesita estar con su hijo.
¿No ha
tenido padres?
Querido hijo
te amo con intensidad.
Es necesario
pueda demostrarlo antes del fin.
Tesoro
siempre en estos contactos comunicadores del alma, he der pedirte nunca olvides
cuanto te quiere mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=B47sNRgL4hI
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