Buenos días
hijo querido.
E saludo en
una mañana extraña.
Ayer después
de un mediodía casi normal, arreció la lluvia.
Solo el
tiempo comprende su propia esencia.
Hoy
quiero en este contacto mencionar la
dulzura emanada de tu noble corazón
Virtuoso,
apacible, con el deseo de ayudar a quien
lo necesitara, sin preguntarle de dónde venía.
Detalles que
carecen de importancia a la hora de extender la mano hacia quien espera, nos
acordemos de él.
Siempre
atento a las necesidades de los demás.
Lejos de ser
fanatismo de mamá, estoy describiendo a mi hijo y mejor amigo.
Un ser de
luz.
Debe ser por
ello que te eligieron para iluminar otras oscuridades, tempranamente.
Teníamos algún encontronazo por la fuerza del carácter
de ambos.
Todo se
conversaba para acordar rápidamente.
Enojos
pasajeros, nimiedades sin razón de ser.
Analizadas
provocaban nuestra risa.
Época que jamás regresará, dejándome en absoluta
soledad sin saber el por qué de tu
partida, tan prematura.
Seguramente
te preguntarás
¿Por qué agregué
flores a tu corazón?
La distancia
hace que asó lo sienta.
Mis musas
quisieron, esta vez, la fragancia
deliciosa de cada variedad floral, estuviera contenida en tu corazón.
En el espacio donde se encentra tu hábitat
¿Podés
extrañar a quienes nos hemos quedado aquí?
Hijo no te
duermas, pueden pasar Mnemosine acompañada de Pérsefone, a llevarse tu memoria
y los recuerdos.
Son de tu
propiedad.
No los cedas
a nadie.
Es la única
forma de poder reconocernos si existe el tan nombrado reencuentro.
¿Por qué
nadie lo ha mencionado?
¿Existirá o
solo se trata de un mito?
Los enigmas,
lentamente corroen el alma.
Lo único que
no podrán hacer es traer a mi mente las palabras recuerdo y aceptación.
Estás en
cada célula de mi ser-
Al vivir en
mi alma no necesito recordarte pues te siento.
Jamás
aceptaré tu muerte temprana.
Ese vocablo
es inexistente.
Muchos
poetas en sus Letras refieren a los sentimientos.
Escasos,
quienes se expresan como Pablo Neruda.
¿Leemos?
“Poema XX
(Pablo Neruda)
Puedo
escribir los versos más tristes esta noche.
Escribir,
por ejemplo: "La noche está estrellada, y tiritan,
azules, los
astros, a lo lejos".
El viento de
la noche gira en el cielo y canta.
Puedo
escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise,
y a veces ella también me quiso.
En las
noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé
tantas veces bajo el cielo infinito.
Ella me
quiso, a veces yo también la quería
Como no
haber amado sus grandes ojos fijos.
Puedo
escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que
no la tengo. Sentir que la he perdido.
Oír la noche
inmensa, más inmensa sin ella
Y el verso
cae al alma como al pasto el rocío.
Qué importa
que mi amor no pudiera guardarla.
La noche
está estrellada y ella no está conmigo.
Eso es todo.
A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no
se contenta con haberla perdido.
Como para
acercarla mi mirada la busca,
Mi corazón
la busca, y ella no está conmigo.
La misma
noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros,
los de entonces, ya no somos los mismos.
Ya no la
quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz
buscaba el viento para tocar su oído.
De otro.
Será de otro.
Como antes
de mis besos.
Su voz, su
cuerpo claro. Sus ojos infinitos.
Ya no la
quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto
el amor, y es tan largo el olvido.
Porque en
noches como ésta la tuve entre mis brazos,
Mi alma no
se contenta con haberla perdido.
Aunque éste
sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean
los últimos verso que yo le escribo.”
Desearía
tener ese don para contarte la inmensidad de mi amor.
Decirte de
ka necesidad imperiosa de darte un beso ahora.
Rodearte con
mis brazos para transformar la gestualidad en el abrazo que no te puedo dar.
Acariciarte.
Única manera
de alejar de tu lado la soledad que no merecés.
¿Quién te
acompaña?
¿Alguien
puede reemplazar el amor de la familia chiquita?
¿Has perdido
la capacidad de soñar?
¿Cómo
transcurren tus horas?
¿Estás
dormido en la eternidad?
Estigmas
lastimando mu corazón.
Nadie puede
resolverlos.
¿Por qué
será?
Aquí en la
tierra, todo es difícil.
Cuesta
despertar sabiendo no estarás.
Duele saber,
al atardecer, no escucharé el sonido de la llave en la cerradura, anunciando tu
llegada.
Mi hijo no
estaba todo el día conmigo.
Tenía sus
propias actividades.
Un ser
totalmente independiente.
Ahora por
más que lo espere en los horarios habituales, no llegará.
¿Por qué me
pide convoque a la resignación?
¿Obtendrían
resignación de tener un hijo muerto?
Soy de
escuchar todas las sugerencias, ayudan a seguir.
No acepto la
ausencia de mi hijo.
Es fácil
decirlo.
Extremadamente
difícil sobrellevar esa mochila.
Muchas veces
escucho ni propia voz, llamándolo.
El silencio
es atroz.
Te amo hijo
querido.
Anhelo
recibir tu ayuda para partir.
No estoy
cómoda en la tierra.
He vivido.
¿Para qué
más?
¿Por qué se
anulan mis certezas de llegar junto al ser que más amo en esta vida..
Hijo mío, no
claudicaré en mi búsqueda hasta encontrarte.
Te ruego
puedas esperar mi llegada.
Tesoro,
nunca olvides cuanto te quiere mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=vOb1w1ETXp8
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