Buenos días hijo querido, te saludo en una mañana lluviosa.
Desde ayer la llovizna nos acompaña.
El cielo no es celeste sino gris oscuro.
Pensaba en las personas que están a cargo en la costa de los faros, para que las
embarcaciones lleguen a la costa sin grandes dificultades.
En la alborada de hoy hubo una fuerte discusión entre
Poseidón y Eolo, donde se les ocurrió medir fuerzas.
La discusión fue tan poderosa que entre ambos formaron una
tempestad poderosa.
En la inmensidad del océano hay espacio para las dos
deidades griegas.
En esas condiciones ningún navío podría arribar a la costa sin sufrir daños.
Las olas enfurecidas ocultaban el cuerpo del atalaya.
Rápidamente, ascendió
las escaleras hasta llegar a la sala donde se encuentran los dispositivos para
emitir el haz de luz que guía a los barcos.
El tiempo apremiaba.
Tuvo una loable reacción al direccionar la luz del faro
hacia otros puertos para que las naves pudieran amarrar sin dificultad.
En su larga historia a cargo de distintos faros, jamás había presenciado semejante tempestad, entre dos
dioses griegos midiendo su capacidad de dañar.
Cuando el viento calmó, las olas disminuyeron su intensidad,
ahora se podía ver completa la silueta del atalaya mientras suavemente las olas
acariciaban las rocas.
Brillante el sol, se mostraba en el horizonte, parecía estar
sumergido en el mar, acomodó el haz de luz para que en las horas del crepúsculo
comenzara a funcionar correctamente.
A cargo del faro, decidió recostarse, pensando que en pocas
semanas arribaría su reemplazo y así lograría reunirse con su familia.
Los niños lo esperaban con cariño, igual que su esposa no
acostumbrada al trabajo de su marido pues era temerosa tanto del ciento como el
mar.
Su marido la calmó diciendo que no había sido,, tan grave como
lo planteaban los medios de comunicación.
¿A quién creer?
Amaba a su esposo.
En diez años de matrimonio nunca habían tenido discusiones
trascendentes.
Ella escuchó con nitidez, el sonido del viento y el rugido
del mar.
Cuando se levantó para bajar las persianas, el haz de luz
del faro había sido desviado, hacia otra localidad costera.
¿Por qué le mentía?
Nunca antes se mostraba tan distante.
El tono de voz había cambiado a rumor para que nadie lo
escuchara.
Comportamientos extraños
comenzaron a surgir, desconociendo ella la razón.
Turbado el hombre la llevó al comedor de la vivienda, los
chicos se habían dormido.
Pasó a relatarle, lo ocurrido la noche de la tempestad, su
hermana gemela a punto de dar a luz, había ido al faro.
Sería la primera mamá soltera de la familia.
El pequeño nació en las instalaciones del atalaya, la madre
murió.
Temporalmente el niño estaba en el hospital, recibiendo los
cuidados de todos los recién nacidos.
Cuando pasaran unos días sería enviado a una institución para su posterior adopción.
La mujer se vistió rápidamente, exigiendo a su marido
hiciera lo mismo.
Partieron al hospital.
Hablaron con las autoridades diciendo el bebé era hijo del matrimonio. Había nacido
en el faro el día de la tempestad, como su esposo estaba de guardia en el
lugar, el bebé nació allí .
Había sido ella quien le pidió lo llevaran a la institución médica para que recibiera atención.
Antes de entregarlo, le realizaron todas las pruebas
genéticas.
Los resultados fueron satisfactorios.
En el Registro de Las Personas anotaron al niño como propio.
El tercer varón había
llegado a la familia.
Quizás con el tiempo, ese niño conozca sus orígenes.
Será más adelante.
No siempre la tempestad trae destrucción, en esta ocasión,
trajo vida.
Seguramente será un hombre del mar como su padre.
Nadie puede adelantarse al futuro.
La respuesta está en manos del destino.
Hoy al conocer la historia tan emotiva derramé algunas
lágrimas. Pensándote.
Preciso darte un beso.
No encuentro la forma de estar a tu lado.
Preciso tu ayuda para
llegar a vos.
Mientras tanto compartimos un poema. Seguramente será de tu
agrado hijo lindo.
¿Podemos comenzar la lectura?
“Mar, de Federico García Lorca (extracto)
El mar es
el Lucifer del azul.
El cielo caído
por querer ser la luz.
¡Pobre mar condenado
a eterno movimiento,
habiendo antes estado
quieto en el firmamento!
Pero de tu amargura
te redimió el amor.
Pariste a Venus pura,
y quedose tu hondura
virgen y sin dolor.
Tus tristezas son bellas,
mar de espasmos gloriosos.
Mas hoy en vez de estrellas
tienes pulpos verdosos.
Aguanta tu sufrir,
formidable Satán.
Cristo anduvo por ti,
mas también lo hizo Pan.”
Deseo con el alma mi sueño se convierta en realidad.
Estar a tu lado es mi derrotero.
Tengo la certeza nos veremos otra vez.
Te ruego aparezcas en mis sueños.
Necesito abrazarte a vos y no que mis brazos realicen el
movimiento para efectivizarlo y solo queden mis brazos unidos en soledad.
Te quiero hijo.
Jamás pensé el amor maternal fuera tan intenso.
No te tengo físicamente.
Estás alojado en mi
alma, tatuado en el corazón.
No deseo más dosis de soledad.
Nada tengo que hacer en el mundo terrenal.
El sueño es volver a compartir como antes.
¿Se podrá?
Te amo hijo querido.
Más allá de cualquier tempestad.
Hijo hermoso conocés siempre te pediré nunca olvides cuanto
te quiere mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=BEw57rQa2gY
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