AGUA CLARA

Buenos días tesoro de mi vida entera.

Te saludo en una mañana esplendorosa,

Helios en un rato será el rey del firmamento.

Sus dorados rayos teñirán todo de oro.

Estoy en mi refugio, pensando, mis musas se conectan con vos desde un  espacio diferente.

Por estar situado al noreste de nuestro país, el clima es veraniego.

Diferente a las temperaturas donde está ubicado mi refugio.

Ser testigo privilegiada de semejante belleza, trae orgullo a mi alma.

Agradecida a la vida que permite pueda estar en lugares soñados que alguna vez, caminamos juntos.

Desde tu ausencia, opté por el confinamiento.

No deseo compartir mis penas con nadie.

Menos con los que fingen sentirse conmovidos, sin saber, me doy cuenta sin protagonistas de un sainete, que deja ver la indiferencia existente tras las máscaras.

No han cambiado.

Ahora muestran su esencia. Manipulada por seres siniestros.

Confío hayas podido  olvidar esa etapa de tu vida

La distancia morigerará el daño producido por un ser acostumbrado a vivir de los otros.

Tengo desafíos más importantes, que ocuparme de recordar al dominado.

En poco más

 de una semana, tu prima, será

sometida,  a una cirugía.

Única persona que no dejó de visitarte cada uno de los días en que estuvimos internados.

Ambos esperábamos su llegada.

El día de tu partida, llegó demasiado temprano a mi pregunta

¿Qué hacés a esta hora?

Respondió, “Mi primo me  llamó”.

Quince minutos después de su arribo, se produjo el final de tu existencia.

Fue ella quien se dio cuenta de tus primeros minutos de ausencia.

Tu mano, en ningún momento se puso  laxa.

Tibia estaba sostenida a la mía.

No quería  aceptar te habías ido para no regresar jamás.

No pueden

pedir alegremente . convoque,  a la resignación.

No se puede, he perdido aquello que era el eje de mi vida.

Nunca lo haré.

Guardo esa lucecita de esperanza que tal vez permita, pueda darte un aletargado beso.

No importa el lugar físico en el que nos encontremos.

Deseo concretar mi sueño de darte un beso.

Después  vendrán los otros.

Los deseo en espacios por ambos conocidos.

Aguas límpidas saltando las superficies rocosas, donde vuelan orgullosas las mariposas.

Cataratas de agua límpida donde seguramente se reflejará este amor infinito.

Basta de soledad.

Culminen con el martirio.

Quiero ver a mi hijo, ahora.

Es intolerable su ausencia.

Si es cerca de un cursi de agua clara, él sentirá felicidad por un segundo.

Cariño hoy quiero dejarte una poesía.

Tengo la certeza será de tu agrado.

Grafemas transportadores del amor más puro.

 

“LA VIDA DE LA CASCADA

 

 

 

Poema de Luis Reis

 

 

 

Música continua,

 

monótonas apacibles notas,

 

con su larga lengua líquida

 

lame por incontables siglos

 

la piedra dura,

 

que poco a poco se doblega;

 

y en el pequeño lago

 

que allí debajo se forma,

 

en remolinos se mece

 

una amarillenta espuma,

 

en cuanto de ella se eleva

 

una húmeda bruma;

 

y donde el líquido no toca,

 

tapiz de musgos recubren la roca.

 

 

 

En su parte más alta

 

sus aguas corren impetuosas

 

y muy raramente llega a mi cintura,

 

en cuanto en donde cae el agua

 

supera con creces mi altura,

 

y sigue ahondando.

Escondida en medio al bosque

 

ahí siempre estas,

 

solitaria, refrescante,

 

rápida, ruidosa,

 

apacible, encantadora,

 

ajena al tiempo y al mundo,

 

inamovible, imperturbable;

 

pareces eterna...”

Cono dice el autor del poema las cascadas de agua son eternas.

¿Por qué no gozamos de ese privilegio’?

¿Cuándo será el momento de reunirnos?

¿Entelequia o mundo posible?

¿Por qué tanto silencio al respecto?

¿No tienen argumentos?

¿Osaría afirmar, el silencio es deterioro del intelecto?

Intentaré no preguntar nada más.

Desearía leer palabras sustentadas, en las columnas del conocimiento.

Son demasiado inferiores para continuar  presentando mis dilemas.

Mi hijo amado resolvería todo en un instante.

Argumentos le sobraban, debe ser por ello que se lo llevaron de manera cobarde e impune.

Te amo hijo querido.

No encuentro calificativos para calificar la inmensidad.

No existen las palabras capaces de dimensionarlo.

Tampoco ninguna reemplazante de gracias.

Si en cambio aceptaron el ridículo lenguaje inclusivo.

Jamás había escuchado la deformación

de las palabras, con cambiar el artículo es suficiente.

Se ocupan de la inclusión, no de aquello que realmente hace falta.

Sin más fáciles que la tabla  de multiplicar por uno.

Hijo te imploro aparezcas en mis sueños.

Desespera,  no poder verte un segundo.

Te amo hijo querido.

Una vez más te pido, nunca olvides cuanto te quiere mamá.

 

 

 

 

https://www.youtube.com/watch?v=npCq9g5wU4A