AMOR PERPETUO

A esta hora comienza el clásico saludo de nuestras alma utilizando como medio las letras escritas traídas por mis musas impregnadas de amor perpetuo.
Poco me interesaría vivir el resto de esta realidad detrás de las rejas de una cárcel, siempre que ello asegurara tenerte conmigo para poder darte un beso y acariciarte como todas las madres lo hacen con sus hijos.
Busco entre los pensamientos.
Buceo en los recuerdos tratando de hallar una explicación a tu injusta y prematura partida.
No la encuentro.
Aún cuando carezca de cerrojos y rejas esta situación se ha convertido en una prisión
perpetua.
No tiene sentido obtener la libertad si al atravesar las puertas, por más que te busque desesperadamente, no podré encontrarte.
He llegado a acostumbrarme a las opacidades.
Delante de mi, rejas invisibles, antecediendo largos pasillos que nunca terminan para llegar al exterior, por una abertura del techo gastado de esta prisión imaginaria entra un destello de sol.
El resto es oscuridad.
Así vivimos quienes hemos tenido la desgracia de ver morir un hijo con la impotencia de no poder hacer nada para sacarlo de ese fatídico estadío.
No preciso ver los rayos de la estrella más grande del universo.
Prefiero las tinieblas para que las lágrimas puedan rodar en libertad.
Esa misma que he perdido.
Una gran parte de mi realidad se fue con vos.
Desde donde estoy, un lugar imaginario, se reproduce una cárcel de mujeres. Puedo observar otras internas.
Luego de estar un rato en los patios de la institución, todas, sin tener en cuenta el delito ni la pena a cumplir, vuelven a esos habitáculos pequeños denominados celdas.
Quien ha cometido debe hacerse responsable del mismo y pagar con su libertad.
Las condiciones de las detenidas no son las mejores.
No pretendo ocupen la habitación de un palacio, tampoco un canil.
En eso no se piensa cuando se construyen esos espacios donde se rinde culto al horror.
¿Para qué tantas rejas y candados en pleno siglo XXI?.
Mi condición de madre que ha sido despojada de su mejor obra, entiende que cualquier enclave es igual.
La tristeza no desaparece por más que el medio ambiente sea adverso.
En muchos instantes desearía que en mi caso se aplicara una pena que no se extendiera en el tiempo.
Debería ser la misma que rige en otros países, permitiendo utilizar métidos para finalizar con la vida del condenado.
¿Existe peor castigo que perder un hijo que se trajo a la vida para que viviera?
Cómo expresan los jóvenes, estoy jugada.
¿Algo peor me puede ocurrir?
Tesoro comprendo no te agrada me exprese con tanta crudeza.
La vida no tiene sentido sin tu presencia.
Este mes se cumplirán cincuenta y un meses de tu partida.
No soporto un día más sin poder verte.
Estar a tu lado para siempre es mi mayor utopía.
Surge la desesperación cuando busco excusas que me lleven a creer en esos mitos que nos transmitieron desde que tuvimos determinado nivel de comprensión.
¿Para que sirven esas mentiras que se caen por su propio peso?
Afortunadamente, nunca tuve necesidad de inventar teorías sobre la existencia de otras vidas.
Simplemente ocurrió.
Abordábamos cualquier tema.
Surgió el del final de los terrenales.
Con aplomo, seguridad, convicción, dijiste que deseabas para cuando ese momento llegara.
Una conversación corta donde expresaste tus deseos.
La sorpresa me impidió reaccionar cuando comenzaste a explayarte.
Hubiera sido contraproducente interrumpir tu exposición.
Era tan enorme tu nivel de certeza, que opté por escucharte.
No era momento de contestar vaguedades,
Tu respuesta hubiese sido ¿Ma, me estás cargando?
Como siempre la razón te hubiera asistido, ante un tema serio, no podía responder con banalidades.
Sentí por primera vez una daga inserta en el alma.
No sé de donde saque fuerzas para decirte conocías cual era mi deseo personal.
Como si nada hubiera pasado seguimos charlando sobre otros temas.
Fue una de las primeras ocasiones que en tus ojos de mirada chispeante aparecieron signos de tristeza.
¿Cómo supiste que morirías prontamente?
Pensarlo produce escalofríos.
De haberte interrogado, las respuestas hubieran contenido tus axiomas favoritos.
“Nada dura para siempre” o “No es grave ma”
Aquí sigo, en contra de mi voluntad.
Sé no es el suelo terrenal el sitio por donde debe continuar el derrotero de una mamá.
Habrás observado en muchas ocasiones me incitan a realizar viajes.
¿Para qué?
La intención es buena.
Desean verme sonreír otra vez.
No ocurrirá.
Tánatos te llevó a vos y una parte de mi ser.
Jamás regresaría a los lugares que nos vieron felices.
Hacerlo sin tu compañía sería permitir que extraños ingresen a esos espacios que solo son de los dos y no deseo compartir con nadie.
Ninguna receta sirve para cicatrizar y unir los jirones del alma.
Prefiero estar en mi refugio.
Las gaviotas aleteando entre los ventanales para luego unirse a una escuadra perfecta surcando el cielo e intentando recrees tu vista al observarlas.
¿Qué hemos perdido en este tiempo tan sombrío, para los dos?
El placer de estar juntos.
Poco importa si el silencio se erigía por breves espacios en majestad.
Sabíamos que el otro estaba esperando la señal que iniciara una conversación o un gesto que trajera esa risa tan característica que poseías.
¿Has podido reír en el espacio que morás?
Contemplar juntos, imágenes de la red.
Pareciera complicado.
Estar a lado de un hijo es una sensación que no se puede adjetivar.
¿Qué sentido tendría salir de las sombras si no es para ir a tu lado?
¿Cuándo vendrás a buscarme?
La puntualidad exagerada era una de tus virtudes.
No hacías esperar a nadie, ergo tampoco nunca esperaste la llegada de nadie.
Tu teoría al respecto es perfecta “Para llegar a tiempo, hay que salir con tiempo”.
Coincidimos plenamente, detesto las demoras innecesarias.
No tienen justificación.
No tardes en acudir en mi búsqueda.
Produce hartazgo estar en el lugar equivocado.
Seguiré observando umbrías hasta que decidas llevarme.
El amor perpetuo no cambiará.
Es de tu exclusiva pertenencia.
Por favor nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.


https://www.youtube.com/watch?v=2thG7sovndM