ELEGÍA

Buenos días luz de mis oscuridades confundidas.
Te pienso.
Inevitablemente mis ojos comienzan a cristalizar las primeras lágrimas.
Deseo detenerla para no dañarte.
Sé cuanto mal te provocan.
La última persona que dañaría sos vos.
Ambos sabemos es imposible contener ese caudal de agua, apurado por salir de su vertiente.
La memoria, el cuerpo, el razonamiento y el amor que te tengo, sin querer elaboran cantos tristes.
Melodías donde es fácil adivinar, la tristeza y desasosiego que trae la muerte indigna del ser que más se ama en esta y otras vidas.
No puedo ocultar la lobreguez del raciocinio.
Te busco.
No te encuentro.
Este enlace maravilloso que establecemos a diario, hoy se ha convertido en una elegía.
Elegía bailando con el sonido de una flauta.
Hace mucho tiempo poetas griegos y romanos decidieron las elegías fueran versos heptagonales o hexagonales..
¿Qué puedo expresar en seis o siete líneas?
¿Para ellos son tan cortas las elegías que solo evocan tristeza.
Tristeza anunciando con el sonido de las notas angustiantes de una flauta, está próxima a llegar la muerte.
¿Duele morir?
No me importa.
Más duele tu ausencia.
Olvidaste enseñarme como se hace para vivir sin tu compañía.
Tuvieron que pasar siglos para que los poetas latinos discutieran el tema de las elegías.
¿Por qué cercenar las musas, circunscribiéndolas a exponer los lamentos en seis o siete versos.
Quien ha perdido un ser amado como vos, necesita explayarse,
Contar a los otros de los dolores del alma.
Dolores afilados en la hoja de acero de las dagas que sin pedir permiso una y otra vez se insertan en las heridas que no cicatrizan.
Desesperante.
Tal cual el hombre que pude observar, deslizándose entre cables de alto voltaje.
Buscaba notas musicales para regalarles a sus muertos.
No es una utopía.
Se trata de sentimientos nuevos, inesperados, tormentosos.
Nadie en la tierra desea mueran sus seres amados.
Te perdí a vos.
¿Cuál sufrimiento se compara con la pérdida de un hijo?
Nadie sabe que los traemos a la vida para que vivan?
¿Por qué nos visitan sin ser invitados?
¿Por qué no me llevaron a mi, si estaba dispuesta a partir para que mi descendiente continuara viviendo como cualquier mortal?
¿No ha tenido tiempo para considerar el peor de los errores cometidos?
No sé ejecutar ningún instrumento musical.
Solo me atrevo a darle cierta forma a las letras.
¿No pueden comprenderlo?
El hombre deslizándose entre cables de alta tensión, es un artista que ha perdido a un ser querido.
¿Cuál?
¿Tiene importancia?
El dolor duele igual que cualquier parentesco.
Se llora con la misma intensidad a un hermano, una esposa, la abuela que nos tejía bufandas interminables que a cualquier integrante de nuestra familia.
Nada puede equipararse con la muerte de un hijo.
Es diferente.
¿Comprenderían si encontrara las palabras exactas para adjetivar los dolores del alma?
No existen.
Nada es más
Antinatural que la partida de un hijo.
¿Cómo puedo saber si al momento de morir padeció dolores?
¿Por qué al día siguiente cuando tuve que reconocerlo en su rostro que besé por vez postrer, advertí signos de padecimientos?
Mi amado hijo eligió, lo incineraran.
¿Quién puede decirme que al momento de llevarlo a la morgue estuviera realmente yaciente?
El rostro era diferente.
Se fue de la vida con expresión serena.
Recuerdo perfectamente sus gestos.
Estaba rosado como los bebés que recién arriban a la vida.
En la funda mortuoria, no parecía mi hijo.
Sino un ser muerto de frío.
Ante ese cuadro ¿Puedo creer en la palabra de los médicos que escribieron el acta de definición?
¿Por qué la quisieron redactar antes?
No soy iletrada.
El fuianl se acercaba en el final de un día viernes.
¿Era necesario me interrogaran con preguntas repugnantes?
No di ningún dato.
Ni en sueños ayudaría a los responsables de mantener con vida a un ser humano.
En ellos pude advertir el apuro.
Se acercaba el fin de semana.
Mi hijo y yo sabíamos moriría.
El juramento de Hipócrates que ustedes ignoraron (escrito con minúscula deliberadamente) dice otra cosa.
Salvajes.
Querían precipitar las pocas horas de vida que le quedaban a mi hijo considerándolo muerto antes de tiempo
No seré yo quien los juzgue.
Solo deseo que en ese momento dios o quien sea muestre que no hay diferencias.
No persigo notas musicales como el hombre que se desplaza entre los cables de alta tensión.
Las busca para ejecutarlas e
en el triste sonido de una flauta.
De la vida no me interesa llevarme nada.
Solo ecuanimidad hacia los responsables de una muerte temprana.
No he perdido el raciocinio.
Mi hijo estaba destinado a morir.
No como una presa de laboratorio sino con el respeto que merecen los mortales en idénticas circunstancias.
¿Será por eso que sigo encadenada a la vida?
¡Basta ya!
Nada debo hacer en este espacio injusto.
Mi lugar está en un espacio de la eternidad desconocido.
A quienes me quieren les pido que en sus ruegos me tengan en cuenta.
Quiero llegar a lado de mi hijo.
No está en mi ánimo bajar notas musicales para quesean ejecutadas por un flautista.
Deseo estar a tu lado sin mayores explicaciones.
Quienes me mantienen en cautiverio, deberían saber que el destino de una madre es junto a su hijo.
Deseo que quien busca notas pueda encontrarlas a todas.
Imagino ejecutará conmovedor Réquiem para sus seres amados.
Necesito esta con vos.
Por favor señalame, los caminos para llegar al cielo de los justos.
Espero exista ese enclave para encontrarnos.
Mientras tanto en medio de una tristeza inconmensurable, te pido nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.

https://www.youtube.com/watch?v=nRP4wG19Foc