TU PERFUME

Hola mi vida ¿Estás en alguna parte?
¿Dónde podré encontrarte?
¿Cuándo?
Es tan grande la necesidad que tengo de vos, que en cualquier detalle puedo encontrarte.
Cuando no encuentro nada para hacer, en las circunstancias donde las letras pesan con el dolor más grande que pueda existir y las musas se alejan para no acompañar mi llanto, necesito desarrollar alguna tarea.
No para olvidarte, sino para invertir el tiempo perdido que podría aprovechar a tu lado.
Elegía caminado junto a las entelequias.
Nada puedo modificar de este destino cruel al que he sido absurdamente condenada.
No hago referencia solo a mi pesar.
Detesto a las personas que se victimizan, sin fundamento.
Lejos estoy de ser una de ellas.
No busco piedad, ni nada que se le parezca ante episodios irreversibles.
Solo pido respeto.
Que guarden en silencio recetas que no aplican cuando un hijo se muere.
Somos pocas las madres que hemos atravesado semejante fatalidad.
No tengo caro para formular.
Solo escribiré un viejo axioma “A quien le quepa el sayo que se lo ponga”
Un estante de mi poblada biblioteca está asignado para sostener otro tipo de recuerdos que no sean libros.
Es una manera de cortar el silencio que impone el lomo de ellos.
¿Qué ubiqué allí?
Un porta retratros, sosteniendo una de tus mejores fotos.
Estás sonriendo a la vida.
Creo es de mi autoría.
Por aquel entonces viajábamos muchos.
Reías al comentar mi pasión por la fotografía.
A quien quisiera escucharte y sin despojarte de tu hilaridad, comentabas que tu mamá que siempre te ama, era capaz de fotografiar el vuelo de una mosca.
Es cierto.
Tuve la suerte de poseer una cámara profesional, con la que fotografiaba además de tu sonrisa especial, todos los insecto que pasaran ante ella.
Reconozco que como fotógrafa de la realidad no me iba tan mal.
Pese a ello mi destino estaba signado por las letras.
In océano en el que puedo navegar inspirada por aquellas.
Ayer después de haberte comentando las reacciones sobre mi propia muerte que lamentablemente no va a llegar cuando quiera, ocupé mi tiempo en releer algunos tesoros que guardan en hilera de manera excesivamente prolija los estantes dedicados a o los libros.
Lejos de toda formalidad, hay otros recuerdos que conviven con ellos.
Figuras de bronce en las que se recuerda el paso honesto por los senderos sórdidos de la política de tu abuelo materno.
Hoy espantanda, ante la realidad permisiva que dice sin pensar apoya ka beligerancia, bautizando la rebelión de algunos pseudos héroes con nombres ridículos.
¿Por qué?
Es simple.
Quieren santificar a quienes intentan abusar de la ignorancia de los pueblos que dicen amar.
¡Mentiras!
Con su discurso amañado podrán engañar a otros.
Nunca a mi que puedo jactarme de ser una humana pensante.
Por todos lados intentando colocar chip en la cabeza de los ciudadanos, emiten en cadena lo mismo.
Lío por aquí desórdenes acullá.
Extenuada de tanta diatriba inútil, preferí arreglar la biblioteca.
Desde siempre ambos hemos tenido pasión por los perfumes de origen extranjero.
¿Adivino tu pensamiento si escribo, “No seas tan vueltera, ma”?
Son fragancias de otros países.
El envase configura una obra de arte.
Entre tantos míos se destacaba uno de tu pertenencia, que el destino impidió estrenaras.
No recuerdo el sitio donde lo adquirimos.
A simple vista el frasco es sencillo.
Está abrazo por una flor formada por gotas de agua de cristal.
¿Premonición?
¿Designio fatal?
No lo sé.
La fragancia es exquisita y fresca como vos.
Lo guardo como si fuera el mayor tesoro de mi vida.
Así lo siento.
Sostener el envase en mis manos produce sentimientos encontrados.
¿Por qué no pudiste estrenarlo?
Se ha convertido en testigo fiel de mis controversias internas.
Conoce que al evocarte comienzo a llorar en silencio.
No me arrogo el derecho de molestar a quienes conviven conmigo.
El dolor no puede transferirse.
Duele, impiadosamente.
Ayer en compañía de uno de tus hermanos de la vida visitamos un lugar especial.
Queda chico el adjetivo gracias.
Conocí el nombre de la vida que está por venir.
Tengo la certeza que estabas allí.
¿No te parece hermoso?
Pronto mis letras estarán dedicadas a la bebita.
Ha encendido en mi alma la luz de una nueva ilusión.
Sé que participarías con orgullo de este episodio que se avecina.
Compartiremos junto a sus padres atisbos de la felicidad que los embarga.
¡Vida!
Cobra su verdadera impronta ante sucesos intempestivos.
La llegada de esa beba trajo ternura a la soledad.
Presiento será tan bella como sus padres.
El nombre lo develaré en tiempo y forma.
No me he convertido en un ser, escondedor.
Hoy no corresponde.
Su momento será exlusivo como es ella.
Te extraño.
Ayer te necesitábamos caminado a nuestro lado.
Sé has estado.
Como siempre tengo vedada la posibilidad de visualizarte para darte un beso.
Poseo la paciencia de Buda.
No podrán dilatar mucho tiempo más nuestro reencuentro.
Pierden su esencia quienes así lo creen.
Las mamás con hijos muertos, contamos con la energía que Ustedes nos transfieren.
Desconozco el proceso para definirlo con letras.
Se siente aquí.
En el medio del pecho donde el corazón cabalga desbocado.
Nadie puede decirme estás muerto.
Te siendo en los jirones de mi alma.
No se puede modificar.
Me falta verte y abrazarte para que el resultado de la ecuación sea perfecto.
Continuo guardando u perfume.
Las esencias alcanzan tu perfección.
Te amo, por ello siempre te ruego, nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.

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