OMNÍMODO AMOR

Buenos días máxima expresión del sentimiento que todo lo abarca.
De manera temprana ayer el cielo diáfano dejaba mirar su infinitud sumada a una belleza indescriptible.
En primavera nos regaló y día de estío.
No hacía falta demostrara el tiempo sus dones para provocar gelidez, de invierno, comparable a la temperatura que en pocas horas adquirirá el cuerpo de la persona que más se ama en cualquier vida y se halla en los umbrales sombríos umbrales, de la muerte inminente.
¿Sabe ella las palabras que no alcanzamos a pronunciar?
¿Por extender la agonía a quienes quedamos en el inframundo?
Sé que la cultura griega afirmaba con temeridad que en ese temible espacio solo había lugar para los muertos.
¡Mentiras!
En ese espacio carente de humanidad, quedamos los sobrevivientes de una guerra que no iniciamos.
Jamás una adre quiere presencias en pequeñas dosis la partida del hijo que trajo a la vida para que viviera.
Nunca para entregárselo a un ente sin códigos como Tánatos.
Estoy en pleno uso de mis facultades mentales.
Siempre que te ido a visitar.
No con la frecuencia esperada por el común de los mortales, lo he visto parapetado detrás de un monumento que guarda los ataúdes de quienes fueron sometidos en vida, para mostrar su abolengo.
No los puedo calificar.
Entraría en el camino de las groserías y jamás ha sido mi estilo.
Solo sé que a los seres amados se les rinde tributo mientras caminan entre nosotros.
¿Tiene valor hacerlos meses después?
Rechazo los cementerios.
A esta altura de la vida, convocan al horror, la proliferación de bóvedas de mármol, traídos de lugares remotos.
Profusión de placas de bronce para demostrar su cariño al muerto.
No lo siente pues está en esa condición.
mi pregunta se reitera.
¿Cómo eran seos llorones de etiqueta, cuando la persona vivía?
¿Los trataban bien?
¿Podían percibir el amor que se les prodigaba?
¿Han tenido infinita paciencia con ellos?
Poco sirve llorar, cuando nadie puede apreciar tu dolor.
¿Refleja un sentimiento sincero o solo se trata de una demostración oportunista?
Lamentablemente en mis genes porto el don de la perspicacia.
De inmediato sé quien derrama lágrimas generadas en el alma y la de otros míseros que solo lo hacen “por la gallerie”.
La tristeza abate.
No puedo aceptar que ciertos terrenales consideren que un monumento ostentoso, realizado según las ordenes del arquitecto de moda, crean, puedan ocultar la mendacidad que tenían hacia el ser que respiraba junto a ustedes que no podían atenderlo.
No le hacía falta un ejército de desconocidos para cuidarlo.
Ellos, más allá de la voluntad y el salario están impedidos para dar amor.
Sentimiento que tiene como fuente de concepción el alma y el cerebro.
¿Me serviría ser la mujer más rica del cementerio con la ausencia de mi hijo?
Esos son síntomas de ignorancia supina.
¡Qué no daría por vivir con mi descendiente al lado de un curso de agua!
Nuestra protección serían las lonas de una carpa.
Mi hijito, podría desplazarse como un delfín por esos espeso acuosos.
¿Si existe dios?
Será el encargado de proveer a sus hijos del mínimo indispensable?
¿Comprender ahora mi descreimiento?
No necesitó brillantes, placas de metal que me recuerden nada.
Como el dueño de las más hermosas letras que conforman su nombre, mi final era el calor.
Querido elegiste bien.
No era una conversación tabú entre nosotros, haber hablado del último tramo de la vida.
Más habitual de lo que el común de los terrenales puede imaginar.
Tan absoluto es nuestro amor, que cuando tuviste capacidad de comprensión, me pediste de manera normal que en el caso de morir querías recuperar la libertad.
¿Ha ocurrido?
Tu necesidad de desplegar alas imaginarias me llevó a respetar a rajatabla tus deseos.
El dueño de la funeraria me miraba como si fuera extraterrestre.
No.
Era una mamá cumpliendo los anhelos de su hijo.
Nunca hubiera permitido de tapara un montículo de tierra o tu ataúd tuviera como final la tapa de un nicho.
Menos ocupar la bóveda de tus bisabuelos maternos.
¿Para qué?
¿Cambiaría la trágica historia?
De ninguna manera.
Haber cumplido con la palabra empeñada trajo atisbos de paz.
El amor incondicional que nos prodigamos es superior a cualquier actitud terrena.
Estuvimos poco tiempo juntos.
Una madre nunca quiere presenciar la muerte de su hijo.
¿Lo aceptaré alguna vez?
No, jamás.
Como toda regla tiene su excepción, tal vez esa ocurrencia se de cuanto por fin me dejen partir a espacios enigmáticos, que podrían llamarse eternidad.
Hoy me pasó algo especial.
No suelo dejar los grifos abiertos.
Me molesta el sonido del agua, al estrellarse contra una superficie.
Imposible tener el control de todo.
Estoy segura que pudiste presenciar el episodio.
Una gota de agua caía de manera monótona.
Los reflejos débiles del escaso sol, reflectaban la luz.
La gota de agua con forma de lágrima, caía a una rejilla. Sin ingresar a la misma.
Volvía ascender formando figuras de esas que siempre afirmo solo pueden verse con los ojos del alma o los jirones que el dolor ha producido en ellas.
Jugueteando el tenue sol les otorgaba los colores del arcoiris.
Sabía esa imagen sería el preludio de nuestro cotidiano enlace.
¿Cuál sería la música adecuada?
No es fácil musicalizar estos juegos de letras.
Entendí podría contar como siempre con tu ayuda.
Apareció el “Bolero de Ravel”
¡Excelente!
Las musas trajeron la presencia del bailarín argentino Jorge Donn.
Magistral su interpretación de la versión original que duraba bastante tiempo.
En el medio del escenario solo vestido con una babucha, el torso desnudo y los pies descalzos. Se deslizaba en el escenario como el mejor.
La escenografía era él.
Cuando el arte está expresado en su máximo nivel no se necesita nada más.
Armoniosas sus manos se movía con el acorde de la música.
Otra maravilla en movimiento que no está aquí.
¿Será un inmortal de la danza que llevó con orgullo su argentinidad hasta el final?
¿Tanta luz se necesitaba el cielo que se llevó a los mejores exponentes
del arte?
¿En ese sitio enigmático que se ha convertido en tu hábitat, recuerdan a los mejores de nuestro país?
¿Absurdamente se los señala?
¿Por qué?
¿En caso de encontrarlo podrías pedirle ayuda para que llegue a vos?
Lo siento.
No tengo por estilo ocultar mis sentimientos a la hora de establecer estos contactos con mi chiquito.
Vuelcan en el teclado las letras que nacen en el ala que solo podrá comenzar a curarse cuando se produzca el reencuentro con el que sueño.
¿Será una entelequia o realidad?
¿Por qué debo seguir en absoluto estado de desamparo?
Dejen me convierta en esa colorida gota que en lugar de hundirse asciende.
¿Es tan dificultoso comprender que la mayor alegría de una mamá es poder besar a su hijo?
¿Cuánto hacen que no ven a los propios?
¿Los extrañan?
La diferencia entre Ustedes y yo, es que ellos, regresarán.
Mi hijo no.
Debo ser quien inicie la búsqueda liberada de las pesadas cadenas que me mantienen cautiva.
¡Hijo te extraño!
¿Podrán comprender que el amor que nos une solo puede calificarse de omnímodo?
Entre eufemismos y letras desordenadas, nunca me cansaré de rogarte, no olvides cuanto te quiere tu mamá.

https://www.youtube.com/watch?v=ivGPGbG4iSI