Buenos días mi cielo.
Han comenzado algunos nocturnos demasiado calurosos para esta época del año.
Inevitablemente se dibujan en las sombras las líneas perfectas de tu rostro.
No hay sonrisas como ocurría en todas las ocasiones en los que el tiempo tórrido no nos molestaba si estábamos de viaje.
Hasta en esos mínimos detalles nos parecemos.
Preferimos el frío.
Es más sano con un abrigo se puede enfrentar.
Hoy que pasa el tiempo, señalando las horas de tu ausencia, cualquier época del año, aquí en suelo terrenal es monótona.
Carece de atractivos para seguir estando en ella.
¡Deseo huir a tu lado, ahora!
¿Por qué mis utopías son tan difíciles de cumplir?
Necesito contarte una percepción.
No es sueño, de ello tengo certeza.
Elijo los colores del atardecer para caminar a la vera del río de aguas color león.
La costa está cuida.
Los gobiernos del municipio construyeron caminos aeróbicos.
También hay platas artificiales, con arena clara para quienes les gusta dorarse al sol.
Duchas para refrescar la piel.
Un espacio donde los árboles muestran sus brazos cubiertos de hojas de diferentes tonos de verde.
Desde allí los pájaros cantan hasta que llega la hora del sueño reparador.
Para ese momento, donde el silencio se erige en soberano absoluto faltaban unas horas.
Desde uno de los bancos de la costanera observaba el río quieto.
Solo ondea su esencia su aparece Eolo.
Los atardeceres son fantásticos.
A esa hora comienzan a irse quienes disfrutaron de la naturaleza.
Esos que en rueda de amigos estuvieron compartiendo un mate, la infusión típica de nuestro país, conocida y adaptada en los lugares más lejanos del orbe.
Personalmente no me gusta.
No tenía apuro por regresar.
Lo haría con las primeras sombras de la noche.
Estoy cerca.
Tampoco tengo miedo, la zona es segura.
Cuenta con personal dedicado a controlar el orden.
Rápida y extrañamente, el cielo se oscureció.
El viento comenzó a agitar las aguas.
Conocemos que la luna es la dueña de las mareas.
Nunca se había dado ese fenómeno a hora tan temprana.
Un ángel apagó el fulgor de las estrellas.
Recordé que estábamos cursando fase de luna nueva, donde ella no muestra su cara.
¿Quién habrá sido el ser alado que oscureció el firmamento, ahora de color negro intenso?
No me corrijan,
Sabemos que el color es negro. Agrego el adjetivo pues se veía diferente a otras veces.
Un haz de luz comenzó a iluminar el cielo.
Seguramente serían las luces de un avión.
El Aeroparque Metropolitano está cerca de aquí.
No se oía el sonido de ninguna turbina.
No tenía previsto moverme de mi lugar hasta saber el motivo de la oscuridad.
Confundidas las aves cesaron, sus melodías.
¿Tendrían miedo a la oscuridad? En pocos minutos la luna inmensa culminó su descenso para ubicarse sobre el espejo de agua.
Jamás la había observado tanta belleza y brillantez.
Sentí el efecto de una daga clavándose en mi corazón.
Deberías haber estado aquí.
Las sombras de Selene se definían como nunca antes las había mirado.
El silencio sumado a la falta de luz, otorgaba una hermosura conmovedora.
Desde la arena surgió una flor.
Comenzó a elevarse.
En segundos, una rosa de oscuros pétalos, quería atravesar el satélite de la tierra.
Lloré el llanto callado de siempre.
No porque sienta temor a ser escuchada por terceros.
No deseaba interrumpir el encanto de esa noche mágica.
¿Estuviste presente allí?
Solo a un ser sensible y luminoso como vos se le puede ocurrir un espectáculo, único.
Las lágrimas no cesan cuando han sido generadas en la profundidad del alma.
A medida que ella comenzó su ascenso para perderse en la inmensidad del universo, las estrellas comenzaron a ocupar su lugar.
Sin temor a cometer un error puedo afirmar sentí tu presencia junto a mí.
Esperaba como siempre poder darte el beso tan anhelado.
Sentí la tibieza de tus manos dejando una lánguida caricia en mi mejilla.
¡No he perdido la razón!
A los pocos días de tu partida te pude percibir en mi refugio.
¿Estás intentando corporizarte?
¿Cuándo aparecerás en mis sueños?
Me hacés falta.
No es una frase egoísta.
Los hijos no deben morir, somos nosotros quienes debemos abrir el camino para cuando llegue después de una exitosa vida, el momento de cada humano y también de los terrenales.
No se puede condenar a un joven a vivir solo quien sabe en qué enclave de la inmensidad.
¿Has sentido estás solo, en alguna oportunidad?
¿Cómo se desarrolla la vida después de la muerte?
Es una probabilidad o solo una expresión de deseos transmitida desde que somos chicos.
No recuerdo haberte hablado jamás de esos sitios enigmáticos.
¿Por qué?
En primer lugar no lo sentía.
No encuentro magia en las mentiras.
Conociéndote, hubieras formulado, preguntas que jamás hubiesen tenido respuesta argumentada.
¿Cómo hablar de la existencia de algo que no se ha visto, ni siquiera en sueños?
Tampoco recuerdo a tu abuela materna, hablándonos de la existencia de otros mundos.
En la escuela secundaria se profundiza ese tema cuando se mencionan ciertas religiones asiáticas.
Cuando partiste comencé a interesarme en temas tratados por los teólogos.
Sería injusta si expresara no son interesantes.
En mi caso no sumaron nada más que conocimiento.
¿Es poco?
Sí.
Una mamá necesita conocer dónde está su hijo muerto.
Encontrar caminos que no sean los espirituales para llegar al ser que más se ama en la vida.
Nadie puede comprobar que aquello que se manifiesta en ese nivel sea verdad puesto hay manera de sostener ese tipo de argumentos.
¿Preciso creer en ellos?
Sinceramente, no.
Solo quiero sea verdad el probable reencuentro.
A veces le temo a mis pensamientos.
Es tan grande el universo y son tantos los seres exánimes que resulta difícil comulgar con ciertas teorías.
¿Qué espero entonces?
Carezco de una respuesta consolidada en las bases del fundamento probado.
Solo sé que deseo darte uno de los tantos besos que quedaron aquí.
Acariciarte como lo hace cualquier madre.
Respetar tus silencios.
Extraño ser la mamá de un hijo como vos.
Te amo más que a nadie.
Desearía creer en los conceptos que forman el mundo de las entelequias.
No puedo.
Cuando desde siempre se camina por la vereda de la luz y la verdad, aparecen estos dilemas que nadie puede dilucidar.
Hijito, nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=W6xmsZHacQY
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