Pareciera un oxímoron, saludarte y por otro lado decirte cuanto duele tu ausencia.
No existen palabras capaces de describir esta locura incomprensible e injusta.
Anoche estaba cansada.
A las tareas diarias se le suma el padecimiento generado por esos personajes que nunca pensás pueden maltratarte.
Siempre, la impotencia me lleva al llanto.
Si estuvieras a mi lado muchos se fijarían en el lenguaje impregnado de odio que utilizan..
No me sirve que se den cuenta de sus voces impropias.
El daño está hecho,
Jamás he guardado rencor hacia nadie,
Duele tener tanta memoria.
Cuando esas reacciones injustas me azotan, pienso en el doble discurso que tienen algunos terrenales.
Cuando te necesitan son la amiga salvadora.
Cuando no pasás a revistar en segunda categoría.
Ningún sufrimiento permitirá deje subestimen mi intelecto.
He callado por prudencia.
Es mucho más fácil descender los escalones del averno.
Intentaré olvidar este episodio desafortunado.
Pensé te soñaría.
Exhausta, sin poder contener el llanto cuando estás tan latente en mi memoria, comencé a lamentar la desgracia que nos tocó vivir.
Fuimos condenados a no tenernos sin saber la causa.
¿Tanta luz necesitaban en otros enclaves que te llevaron?
Lejos estoy de aceptar mi suerte.
Entré en estado de vigilia rogando aparecieras, preciso darte un beso.
Las imágenes del sueño profundo fueron inauditas.
Estaba en el Olimpo griego, cuna de la cultura.
Allí discutían por banalidades dos de las deidades más importantes.
Gea, la tierra pedía ser respetada pues en su esencia alberga a todos los seres con vida.
Nunca había visto a Poseidón tan furioso.
A ese dios de las aguas al que le dediqué uno e mis primeros cuentos, en un instante se le cayó la máscara.
Ambos son poderosos.
Desafiar a una mujer, creyendo es más vulnerable, me parece espantoso.
Poseidón, no naciste como semilla de una planta.
Te respeto.
Ello no significa te tema.
Menos me podrás encontrar inclinada ante tus caprichitos.
Trataste mal a Gea.
Es imperdonable.
Ella alberga a los terrenales y también a los muertos que eligieron como última morada su esencia.
Inundarla con todos los océanos conocidos y cursos de agua, no te hace más poderoso sino más ignorante.
¿Por qué pretendés, en tu locura, ella esté debajo del agua.
¿Es tan grande tu torpeza?
Habito en la tierra,
Cuido mi espacio como cualquier terrenal con vestigios de conocimiento.
Ciertos actos generados en tu esencia violenta son detestables.
¿Para qué llamaste a Eolo, el de la tercera generación de los vientos?
¿Es un hijo que tiene miedo a su padre¿
A ellos se los respeta.
Como a cualquier ser terreno se le señalan las equivocaciones.
¿Has querido mostrar sos medio patotero?
Escribo medio pues he conocido seres que te superan en el ansia imperfecta de querer obtener más poder, sin saber que están a un paso del ridículo.
De ese lugar no se regresa.
Tampoco de la muerte que eligen algunos entes despreciables como tu amigo Tánatos.
Vive como un parásito se alimenta de los humanos yacientes.
¿No sabe hacer algo más productivo?
Tampoco le temo.
No debería contarte mi estrategia,
Lo hago con el instinto de una madre que no desea perturben la memoria de su hjo.
Convocaré a Hefesto, el dios del fuego.
Sabrá como secar con su calor ardiente tus aguas.
¿Has pretendido asustarme?
No podrás.
Ciento con la protección y energía de mi hijo.
¿Qué harás en océanos y ríos arrasados por el calor de la divinidad del fuego?
Ni siquiera podés inspirarme un poco de piedad.
A las mujeres se las respeta.
Son dadora de vida.
También de la tuya.
¿Has olvidado a quien te diera vida?
Deshumanizado por donde se intente vincularte con espacios pacíficos.
De no existir Gea, tampoco tendrías cabida en el universo.
¿Nunca te has detenido a pensarlo?
Mi hijo adorado siempre se deslizaba por tu territorio con destreza.
Solo me gustaría sugerirte que no invadas el espacio de otros.
La tierra alberga riquezas.
También vos.
No son tantas.
Hay espacio para los dos.
¿Por qué tu comportamiento es impertinente?
¿Cuál será tu venganza?
¿Impedir que mi amado hijo aparezca en mis sueños?
Puede ser.
Pese a ello no sabés lo llevo tatuado en mi alma.
De allí no podrás eliminarlo.
Aún muerta, es lo que más deseo, permaneceremos juntos.
En ese aspecto el destino tuvo un poquito de generosidad.
Nunca eliminará al ser que más amo en el mundo de cada una de las células que conforman mi ser.
No creo sea tan pequeño el unierso como para que no haya sitio para vos y Gea.
Es cuestión de conversarlo.
Así hacemos quienes revistamos en la categoría de humanos que son distintos a los terrenales, cuando deseamos lograr acuerdos.
Es necesario mantengas la calma.
No podrás pensar si estás alterado.
Hijito que difícil es mediar entre algunos dioses del Olimpo.
¿Habré conseguido algo?
Solo tengo como pretensiones, darte un beso, acariciarte, abrazarte y decirte cuanto te amo.
¿Es excesivo mi pedido?
Ayudame a llegar a vos.
Te amo por ello te pido, nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=pBU4p-Aof0s
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