MENSAJERA CELESTIAL

¿Cómo estás alma mía?
Aquí, extrañándote.
El Quijote luchaba con molinos de viento imaginarios mientras buscaba el amor de Dulcinea.
Mis quimeras son otras.
Como aquel lucho contra la insensatez de aquellos que todo creen saberlo y para nada comprender que una mamá puede resignarse a la pérdida de su hijo.
Cuando no se tiene nada que decir es preferible guardar respetuoso silencio.
Es fácil señalar recetas recomendando es tiempo de convocar al olido.
¡Bárbaros!
¿Ustedes, los que hablan con tanta liviandad olvidarían a un hijo muerto?
No se puede hablar, ni siquiera comentar sobre aquello que se desconoce y para una mujer significa la peor tortura.
Tortura que la deja en absoluto estado de desamparo.
Tortura al comprobar cada mañana al despertar que nunca más podrá darle un beso a su hijo, porque la muerte se lo llevó.
El día de ayer, en cuanto a meteorología se refiere pasó por todos los estadíos.
No se pudieron mirar los colores de la alborada pues las nubes amenazantes presagiaban lluvia.
Cerca del mediodía con ayuda del viento el cielo se despejó.
Orgulloso brillaba Febo, hasta que nuevamente celajes oscuros comenzaron a cubrirlo.
Los primeros relámpagos como saetas violetas surcaban el firmamento.
Rápidamente llegarían los hijos de Thor con sus alaridos desgarradores.
La tormenta nos dejó en las puertas del averno.
“Nada dura para siempre”.
Es uno de tus axiomas favoritos.
Una vez más el clima asistió tus razonamientos preclaros.
Entre las nubes oscuras, un destello de sol se esforzaba por traer el espectáculo más lindo que ocurre en la bóveda celeste, la aparición del arco iris con sus colores fascinantes.
Creo que nunca te hable de Iris, deidad griega, reconocida por ser una mensajera celestial.
Ella se ocupaba de avisar a los dioses de cualquier contingencia.
Sus padres fueron Taumante y Electra.
Aparece en la Ilíada y la Odisea, también en los escritos de Eurípides.
Su hermana gemela fue Arce, significa arco.
Cuando veía a su gemela necesitada de ayuda, por la cantidad de mensajes que debía repartir en el Olimpo y en el cielo, Arce le prestaba su esencia para que todo fuera más rápido.
Como todas las gemelas, inseparables por ello para denominar el fenómeno natural, se utiliza el nombre de las dos.
Todas las vistas celestes que nos regala el universo, nos sorprenden.
El arco iris es diferente a todos.
Un arco perfecto con colores tomados prestados del Astro Rey.
¿Recordás en cuantas situaciones pudimos observarlos asidos de la mano?
Ese cielo era generoso, a veces mostraba el arco doble, todo se debe a la refracción de la luz del sol.
¿Por qué no regresa ese cielo para que pueda verte, tan solo un instante?
¿Es demasiado pedir, tener la oportunidad de despertarte con un beso cada mañana?
¿A qué se debe tanta insensibilidad?
¿Cuándo podré abrazarte y sumergirme en la ternura profunda de tu murada?
Estoy hastiada de la soledad.
Nada relevante debo hacer aquí.
Cuando un hijo muere los valores cambian.
Las mujeres enteres nos rompemos como el espejo al que se arroja un objeto contundente para transformarlo en añicos.
¿Ese es mi destino?
¿Por qué nadie se atreve a contarme tan drástica decisión?
En la tierra quienes cometen un delito tienen derecho a defenderse.
¿Por qué yo no?
Tampoco me informan cual es la sumatoria de errores cometidos para intentar corregirlos.
¿Vale la pena el intento si los muertos no regresan del lugar donde están?
¿Qué nombre recibe ese sitio cargado de enigmas y misterios?
¿Los seres exánimes pueden encontrar comodidad?
Nunca nadie ha intentado resolver estos dilemas.
De conjeturas sin argumentos no es posible vivir.
Cuando se gira demasiado sobre una conversación y no se llega a una resolución hay que revisar cada palabra pronunciada para compararla con la realidad.
Nunca podría afirmar tu esencia está en el universo acompañando a las estrellas, pues se hace necesario desmitificar, ciertas leyendas que atraviesan las generaciones y en el momento de intentar profundizar, velozmente se cambia de tema o se replica de manera tajante “Es así”.
¿Para los seres pensantes esas posturas no resultan creíbles.
No hay manera de buscar y encontrar pruebas que otorguen firmeza a cada aseveración.
Los adultos necesitamos saber el destino de nuestros seres más amados.
Los integrantes de la generación digital, más allá de su edad, enseguida detectan las mentiras.
¿No sería más sano que alguien con autoridad, mostrara donde apoya sus dogmas?
El problema es que en esta sociedad es dificultoso encontrar un terrenal con cierto nivel de creencia.
Todos o casi todos, mienten por intereses personales.
Soy responsable de cada letra escrita.
Nunca creí en ciertos representantes de algunos pensamientos.
Si pudieran ver su interior, se darían cuenta que las máscaras caen con demasiada rapidez.
Mi cielo te invito a pensar en esos fabulosos y coloridos arcos que aparecen surcando el cielo.
A Iris, mensajera celestial, si pudiera encontrarla le entregaría una carta redactada de puño y letra para que llegara a tus manos.
En ella te contaría de la intensidad de mi amor.
El anhelo de cuidarte y protegerte como cuando estabas en suelo terrenal.
Mis deseos de desterrar la soledad que enferma el alma.
Merecemos tener la oportunidad de estar juntos nuevamente.
¿Será posible el reencuentro?
Te abrazaría tan fuerte hasta que dolieran los brazos.
Juntos podríamos leer los mensajes celestiales que lleva Iris.
¿La has visto alguna vez?
¿Si le pidieras a ella, me acercara a vos, creés accedería?
No quiero estar más en un lugar que aborrezco.
Te extraño.
Por favor, nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=g0neRGW1WYM