TESTIGOS DE LA SOLEDAD

Buenos días mi tesoro.
La mañana se presentí, vestida de incertidumbre.
Cielo gris en el que a veces quiere aparecer la luminosidad del sol.
Preferiría no fuera así.
Ayer puedo afirmar estuve en las puertas del averno.
Día tórrido, donde se necesitaban las nubes de hoy.
Noche infernal.
Pese a los equipos de aire las paredes no terminaban de enfriarse,
Muchos nos preguntamos el destino de la primavera que se olvidó de pasar por estos lares.
Predecirse que las estaciones son solo dos.
Invierno y verano.
El primero solo tuvo unos pocos días de intenso frío.
Si escalas previas aterrizaron las temperaturas altas.
No quiero imaginar como serán los meses de pleno estío.
Para alegrar tu vista busqué entre tus fotos una imagen que pareciera ser testigo de la soledad.
Fue tomada en una localidad donde las colinas anteceden a las cadenas montañosas, para esta época del año.
La estrella más grande del universo jugaba a las escondidas, entre celajes que habían adquirido los tonos verdosos del lugar, más alguna, pincelada de tonos prístinos.
Sobre el césped, había crecido una planta de tulipanes.
Cuesta demasiado cultivarlas.
No es fácil mantener las flores una vez cortadas de aquellas.
En esta vista está como te agradan a vos.
Seguramente alguna semilla traviesa atravesó, miles de kilómetros para dar nacimiento a un bulbo que es el que sostiene esa preciosura con sus flores.
Campos de tulipanes se ven en las afueras de Holanda.
Cada color tiene su significado.
Mitos que se transmiten a través de generaciones.
Ellos son agradables.
Los que intentan, ir más allá del conocimiento, producen en algunos mortales algún tipo de rechazo.
Testigo de la soledad, creció en un enclave soñado para que todos los que ascienden a los cerros la puedan admirar.
¿Quién la cuida?
Imposible saberlo.
Seguramente recibe energía especial para mantener su esencia.
Como siempre cuando paseo entre tus fotos, suelo encontrar tesoros como éstos.
Preludio de los eslabones conformados por las letras encadenadas, intentando llegar al espacio en que estás.
¿Existen flores allí?
¿Por qué se me niega la posibilidad de concretar mi mayor deseo, llegando a tu lado?
¿Cuándo ocurrirá?
Desde tu ausencia mi realidad está habitada por negativas.
Si deseo darte un beso, esa gracia no será concedida.
Menos la probabilidad de abrazarte o sumergirme en la profundidad de tu mirada.
¿Será un anticipo de la inexistencia del relato, tan difícil de argumentar?
Las lecturas sobre el tema no llegan a conformarme, agregan dilemas a los que poseo.
De esa manera no puedo resolver ni los anteriores ni los nuevos.
Cuan existe disposición, no debería resultar dificultoso, complacer las necesidades básicas de una mamá.
Nadie está libre de leyendas o mitos.
Ni siquiera las flores.
Los tulipanes en especial, poseen varias.
No te preocupes no las voy a contar a todas pues son muchas.
Una de ellas hace referencia a “Los jardines turcos.
Casi todos creen que esa maravillosa flor es originaria de Holanda.
Los bulbos ingresaron a los Países Bajos en el siglo XVI.
Los primeros tulipanes que se conocieron estaban en Estambul.
Codiciados por todos eran custodiados por guerreros para que no se traficara con ellos.
No solo estaban los que conocemos todos sino otros de pétalos exóticos.
El Imperio Constantino trataba de quedarse con ellos pues siempre fueron especies costosas, y no tenían piedad al arrasar campos de tulipanes para venderlos a regiones extrajeras.
Ese fue el motivo de la custodia, cuidar la especie para mantenerla en el tiempo”
¿Te preguntás por qué coloco comillas, en el texto?
No es de mi autoría.
El autor prefirió no identificarse, ello no quiere decir que pueda apropiarme de las letras de otros aún cuando se desconozca quien contó esa leyenda.
Desearía regresáramos por un instante a ese lugar donde la planta de tulipanes, creció sin que nadie cuidara sus bulbos.
La naturaleza debe ser quien lo hace.
Tampoco en ese enclave hay césped, es un tipo de gramilla especial, muy buscado para los jardines de casas familiares, pues no crece ni necesita se lo corte.
Las hojitas son redondeadas y quedan al ras de la tierra.
Es difícil reproducirlas, pero una vez que se logra, desaparece el césped o pasto común.
Intenté esta conexión fuera distinta.
Sé de tu amor por la naturaleza.
Esa energía que mueve al mundo debería propiciar nuestro encuentro.
La ausencia duele.
La soledad lacera los jirones del alma.
No es mi anhelo seguir esperando.¿Para qué?

Por favor nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.


https://www.youtube.com/watch?v=A4UyHzGPlmc