Thursday, October 04, 2018
AUSENCIA INJUSTA
En la mitología griega, Temis es reconocida por Hesíodo como jira de Gea y Urano, esposa de Zeus.
Venerada como una de las deidades más antiguas como diosa de las leyes naturales y también las que regían la vida de los hombres.
Reconocida en el Olimpo como una de las mujeres más bellas de Grecia antigua.
¿Sabés que me hubiera fascinado conocerla?
Tengo la certeza que como yo, hubiese considerado tu ausencia injusta.
Madre de Las Moiras, quien mejor que ella para comprender que cada día que paso, sin vos es una condena inmerecida para cualquier madre.
¿Cómo se hace para no extrañar con vehemencia, al ser que acunamos durante nueve lunas para que al nacer, viviera?
¿Por qué tu estadía en suelo terrenal fue tan efímera?
¿Sabe el destino o quien sea, que una mamá necesita ver a su hijo cotidianamente?
¿Por qué no puedo despertar tu sueño con un beso en la mejilla?
¿A qué se debe una espera carente de sentido?
No es verdad que mi permanencia en la tierra se deba al cumplimiento de alguna misión.
No creo en esos argumentos sin sustancia.
¿A quién debería pedirle tenga el bien de apresurar nuestro reencuentro?
Miles de interrogantes sin respuestas.
Llega en nuestras vidas el momento en que no alcanza tenernos presente en la mente.
Los recuerdos son un paliativo temporal.
¿No existe ningún ser capaz de comprender que necesito verte?
¿Cuánto tiempo puede estar una mamá si acariciar a su mejor obra?
Es cierto, reconozco que soy ansiosa, más no entiendo por qué han pasado poco más de treinta y siete meses y no pueda cumplir la necesidad de tenerte a mi lado.
Es un tema que converso casi a diario con D, un ser comprensivo capaz de entender el por qué de la voz quebrada que muchas veces escucha.
Sería injusta si no evocara a mi familia chiquita.
¿Qué haría sin ellos?
Estaría inmersa en la soledad más absoluta.
Soledad que se ha convertido en mi compañía, desde tu partida.
Entiendo que deseás lo mejor para mí.
También me gustaría parecerme a la mujer de antes.
Ayer no lejano donde se escuchaba la melodía de tu risa.
Por más que lo intente nunca podré lograrlo.
Cuando se produce la pérdida de un ser luminoso como vos, debemos aprender a caminar en la oscuridad.
Oscuridad no deseada que aviva y enciende temores olvidados.
¿Por qué el destino goza disgregando familias?
Posiblemente no haya tenido ninguna.
Esa razón le hace ignorar el dolor que producen las ausencias de los seres amados.
¿Por qué no entiende que somos muchas las mamás que hemos llegado al hartazgo y no deseamos estar en la tierra?
¡Mi cielo qué felices fuimos el tiempo que estuvimos juntos!
Vivencias que anhelo repetir en el momento ansiado de nuestro reencuentro.
Perturba mi raciocinio pensar que estás triste.
En ocasiones mis musas me llevan a pensar en los espacios eternos.
Los imagino dotados de una belleza enigmática.
Pensamientos que aturden la lógica, hasta llevarme a pensar que en nada se parece tu realidad con mis sueños.
¿Cómo encontrar adjetivos nuevos para decirte cuanto te amo?
Quisiera ser original al manifestarlo.
Sabio, comprendés cada una de las sensaciones que tengo.
No depende de mí, esta espera que se extiende en el tiempo.
Ansío verte ya.
Con fastidio escucho, no es mi momento.
¿Cuándo se producirá el mismo?
Mi tesoro, una vez más te pido paciencia.
Prometo llegar a tu lado para abrazarte como en el ayer no lejano.
Mientras el tiempo transcurre, repito mi letanía de siempre, nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=O8HsSx0EtTI
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