Friday, October 05, 2018
LA SOLEDAD DE UNA ROSA
Días desapacibles, se llevaron la estación de las flores.
Afortunadamente el reencendido de la calefacción duró poco.
Esas mañana donde el viento hace sentir su rigor, bajando la sensación térmica, los utilizo para caminar, pensando en vos.
En la injusticia de una ausencia que no debió ocurrir.
No asimilo que estás en el lugar donde descansan supuestamente las almas.
No.
Allí están los símbolos que las representan.
La esencia comienza a elevarse en el preciso instante que el corazón deja de latir.
¿Recodarás que no soy adicta a visitar cementerios?
Lugares lúgubres donde los deudos de los que han partido suelen mostrar su poderío.
No los entiendo.
¿Para que edifican esas moles de mármol, si quien se fue no necesita de ellas?
La muerte aún cuando no te considere en ese estadio, iguala a los terrenales.
Un antiguo refrán dice que la mortaja no tiene bolsillos.
Frase tan dura como real.
¿Te acordás cuando me hacías repetir la historia de Lyn Yu Tang?
No podía equivocarme en el relato de ese pasaje del filósofo hindú.
Pese a conocerla de memoria, pedías la repitiera.
Transitando por una playa solitaria, el gran pensador encuentra a un granero volcando las cenizas de su esposa a un curso de agua, a la vez no dejaba de cantar.
Sorprendido, el maestro le pregunta
¿Estás alegre?
Acaba demorar la madre de tus hijos.
El trabajador sin perder la sonrisa responde “Si maestro, mi amor, de la nada vino a ella vuelve”
Razonamiento tan sencillo como real.
Como te contaba al comienzo de esta conexión mágica que establecemos a diario, circulaba sin destino predeterminado.
En el vivero compré una rosa de color rojo como las que tanto te gustan.
La idea era llevarla a mi refugio.
No lo tenía demasiado claro.
Un especie tan fragante como bella.
Mis pasos se dirigieron a la orilla del río de aguas color león.
Atrás habían quedado los edificios y sus historias.
La mañana te había robado su luminosidad.
Encontré una piedra de gran tamaño.
Allí decidí quedarme a reflexionar en todo lo ocurrido durante estos poco más de treinta y siete meses transcurridos desde que cerraste tus bellos ojos para siempre.
¿Por qué?
Por ser una mañana fría, no se encontraba nadie en ese espacio.
Nunca pude saber que podía admirarse más allá de la línea del horizonte.
Es tan amplio el tío que solo puede dejar liberada la imaginación para intentar conocer el otro lado del mundo.
El viento se convirtió en suave brisa ante la aparición de los primeros dorados rayos del sol.
La vertiente de agua se convirtió en un lugar placido, sin el oleaje que propicia Eolo.
Entre mis dedos sostenía la rosa.
Nunca supe que haría con ella.
Si que eras el dueño.
Durante ese tiempo donde los pensamientos no se permiten descansar, comencé a ver la película de nuestras vidas.
Un filme alegre.
Como imaginarás comenzaba con el día de tu nacimiento.
Una mañana espectacular, del mes de octubre.
Faltan catorce días para recordar el más feliz de mi vida.
Entre mis brazos, el más hermoso bebé, miraba todo con curiosidad.
Ese nuevo mundo te atraía.
Imposible no evocar las travesuras comenzadas cuando tuviste oportunidad de poseer cierta movilidad propia.
Los primeros días en el jardín de infantes.
El transcurso por la escuela donde tuve la suerte de entregarte la medalla y el diploma como egresado de primaria con las mejores calificaciones.
¡Qué orgullo!
Siempre primero en todo.
El tiempo transcurría sin mayores dificultades.
Pudimos viajar.
Conocer otras costumbres.
Todos los climas que tiene nuestro país.
Ríos de montaña, presurosos, sin dejar de horadar y cantarle a las piedras.
Helados cursos de agua cordillerana.
Navegar por lagos azules o verde esmeralda, acordes a la vegetación.
Estar juntos, renovando la similitud de casa pensamiento.
Por supuesto que teníamos breves discusiones que eran analizadas para concluir en puntos de vidas idénticos, observados desde otras perspectivas.
¿Por qué todo se tiñó de dolor?
Nadie esperaba tan abrupto final.
Final antecedido por sufrimientos que no debieron ocurrir.
Creí que estabas en las mejores manos.
No fue así.
Detesto las instituciones médicas privadas.
Es posible que sea por la experiencia tan tortuosa que nos tocó vivir.
¿Y si el destino hubiera sido otro?
Estaríamos juntos físicamente.
Planificando los viajes que no pudieron ser.
¿Sabés que sueño con repetir pinceladas de esas vivencias que hoy no están?
¿Por qué te llevaron sin pensar que truncaban tus anhelos y proyectos?
No sentí la fuerza de poder continuarlos.
Ello no significa que a diario reciba la poderosa energía que me enviás para que siga transitando este mundo sin saber muy bien el por qué o para qué.
¿Me ayudarías a entender esas percepciones difusas?
¿Nadie conoce mi deseo de reunirme con vos?
¿No entienden que estoy harta de esperar?
Mi tesoro, decidí arrojar la osa que portaba en mi mano sobre el agua.
Tengo la certeza que llegará intacta a tus manos.
Antes de hacerlo, apoyé mis labios en la delicadeza de sus pétalos.
Al recibirla encontrarás ese beso que no te puedo dar.
Aquí continúo sentenciada a una espera sin sentido.
Si el premio es verte, esperaré.
¿Apreciás la intensidad de mi amor?
Mi lindo te pido paciencia.
Renuevo mi solicitud cotidiana.
Nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=O5_TCe_K0EQ
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