LETRAS AL AMANECER

Lánguida emerge desde las profundidades del océano, la estrella mayor del Universo.
El firmamento se convierte en una pintura de luces y sombras.
Nuit, la deidad griega de la noche, no desea despedirse.
Dafne la diosa del amanecer quiere ocupar el lugar que le corresponde.
Apenada despide a su hermana Eos, la diosa del crepúsculo.
En vano repite su intento cotidiano.
Ruega a Eos que en s ascenso al cielo, trate de recordar a su hijo perdido con una sonrisa.
Así le gustaría contemplar a su mamá a ese heredero que vive en otros planos.
Eos pregunta a su hermana ¿Por qué te molesta mi llanto?
¿No llegás a observar que al atardecer visto a las flores con pequeñas gotas cristalinas en la distinción de cada uno de sus pétalos?
¿Es tan difícil comprender mi dolor?
Dafne abraza a su hermana,
Intenta explicarle que todos han sufrido por la partida de su sobrino.
Explican que todos desean verla más tranquila, asó su hijo podrá disfrutar de esa bella mamá, sin sentirse culpable por haber partido de manera prematura.
Estoy sentada en un amarradero, admirando una de las tantas bellezas que nos regala la naturaleza hasta conmovernos.
Observo el sol despertarse.
E cielo tiene los colores más bellos del alba.
A ello se agrega la probabilidad de reflejarse en el espejo de agua.
Mientras disfruto de ese mágico paisaje, he podido transportarme en el tiempo.
Llegué a la antigua Grecia, escuché el diálogo entre las dos hermanas.
Conozco el sufrimiento de Eos por haber pasado miles de años después por las mismas trágicas circunstancias.
Entiendo la preocupación de Dafne, solo desea ver repuesta del dolor a su hermana.
La perdida de un hijo no se compara con nada en el mundo.
No importa el tiempo en que suceda.
El dolor se profundiza a diario.
No existen medicinas que curen las heridas del alma.
Desde este espacio en el que me encuentro, te busco en el horizonte.
Sé que tu imagen puede estar en esos sitios a los que no tiene acceso la visión.
Ayer supe que detrás del arcoíris viven las almas que en la vida terrenal fueron tan luminosos como solidarias.
¿Como imaginarás esos subterfugios no me alcanzan por más que exista la buena intención?
¿Conocés mi utopía no cristalizada que es verte un instante para abrazarte?
¿Cuánto tiempo deberé esperar para lograr regalarte uno de los tantos besos que guardo en mi mochila?
¿Conoce el Supremo de esa necesidad?
¿Comprende que nada debo hacer en el mundo terrenal?
¿Cuál es la misión que debo cumplir?
Ninguna.
Es la única certeza que puedo argumentar.
Sostener en el tiempo aún más allá de la duración de las cosas eternas.
Tu ausencia temprana, despertó en mí la necesidad de buscar respuestas a mis interrogantes en ramas de la medicina neurobiológica evolutiva.
Es accesible para una mortal como yo.
El lenguaje sencillo te lleva a recorrer caminos alternativos con la intención de mitigar el dolor.
Se aprende a sobrevivir con el silencio, la soledad.
Solo se adquieren conocimientos.
Jamás se puede asimilar la muerte de quien se trajo a la vida para que viviera.
En ese aspecto no voy a cambiar.
Mantendré esta postura inflexible hasta que llegue el final.
¿Has pensado como será nuestro reencuentro?
¿Has previsto las horas que demandará, conversar sobre todo lo acontecido en este tiempo sin vos?
No puedo visualizarte corporizado, sin embargo vivís en mi mente y pensamientos.
En todo mi ser.
Aspiro encontrarte con rapidez.
No puedo esperar mucho más.
¿Podrás reconocerme?
Tesoro, te amo.
La espera es tediosa, pesada, pese a todas esas anormalidades no tengo muchas opciones.
Mientras demasiado tranquilo avanza el tiempo, te pido nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.

https://www.youtube.com/watch?v=spTMICIuJD4