En estado onírico viajé a uno de los Patrimonio de la Humanidad declarado por la UNESCO.
Un lugar paradisíaco conocido mundialmente.
Refiero a Venecia.
Te busqué para compartir semejante belleza.
¿Por qué otra vez los caprichos del destino, me negaron la posibilidad de verte?
¿En algún momento quien cree dominar a todos los terrenales habrá tenido hijos?
¿Sabe del sufrimiento de una madre ante la peor pérdida de su existencia?
Me gubiese fascinado compartir ese sueño con vos.
Venecia es conocida como la ciudad de las islas.
Está comunicada por puentes que unen los laterales.
El medio de transporte son los conocidos “Vaporettos”.
Para las parejas las conocidas góndolas que a cualquier hora atraviesan sus canales.
Tengo la certeza que este viaje tan especial, tenía como objetivo poder compartirlo con vos.
Los sueños son tan enigmáticos como erráticos.
Queremos que los deseos se cumplan en ese breve tiempo que la mente descansa transportándose a cualquier sitio real o imaginario.
¿Deseás te cuente mi experiencia?
Por la hora la embarcación estaba sola.
Ningún pasajero se trasladaba en ella.
Solo yo, esperándote.
Los edificios son de viejas construcciones, la mayoría están pintados de color amarillo.
A ninguno le faltan maceteros, desde donde cual cascada, caen perfumadas flores acariciando las paredes.
De tanto en tanto pequeñas y coloridas columnas indican que allí hay una estación fluvial donde los pasajeros pueden acercarse a sus casas.
Quien timoneaba la clásica embarcación solo intentaba observar a tan silenciosa pasajera.
Agradecí, no formulara ninguna pregunta.
Fue cauto.
Pudo advertir en mi mirada la aparición de incipientes lágrimas.
¿No existe nadie en otras dimensiones que permita te disfrute en mis sueños?
¿Son incapaces de comprender que es terrible estar en la soledad más dolorosa?
Esto segura, ese sueño desarrollado en un lugar tan lejano era para disfrutarlo, juntos.
Te imagino, contando cada uno de los casi quinientos puentes que atraviesan ese conjunto de islas ubicada al noreste del país.
Canales que desembocan en el mar Adriático.
Testigo de quienes huían de las guerras.
Los terrenales no tenemos la posibilidad de elegir nuestros propios sueños.
¿Imaginás,
de existir esa probabilidad, cual sería mi mayor anhelo?
¡Claro soñar con vos siempre!
Desplazarnos por cualquier lugar del planeta, asidos de la mano.
No dejo de lado, viajar por el cielo.
Estoy sedienta por conocerlo.
No importa el sitio en el que nos encontráramos.
Estar juntos de manera física, es mi derrotero.
¿Sabrá el ser que te eligió para llevarte por los caminos de la eternidad, cuanto te extraño?
En ocasiones debo agradecer que no padezcas más sufrimiento.
En otras pienso que con amor del bueno como el que una madre naturalmente le dispensa a su mejor obra, quizás hubieras sanado.
Todos esos interrogantes estuvieron presentes en mi sueño.
Como todas las noches dejo semiabierta una de las ventanas.
Anoche además de un frío inusual para esta época del año, el viento soplaba con intensidad.
Me despertó el sonido de unas llaves en la cerradura.
Nadie había entrado o salido de mi refugio.
¿Fuiste vos mi tesoro?
Muchas veces escucho tu voz llamándome.
Despierto con el sonido de la mía que pregunta
¿Qué necesitas mi vida?
Es triste al despertar escuchar nada más que los sonidos del silencio.
Silencio que lentamente orada el alma.
¿Qué hice mal para recibir semejante castigo?
¿Tan enormes fueron mis errores que impidieron continuaras a mi lado?
Mi tesoro sabés que te amo intensamente.
Ambos conocemos deberé esperar ese momento que nunca llega.
Mientras ello ocurre renuevo mi pedido de siempre, nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=C9GNm-U4YzE
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