El sueño logró transportarme a la República Islámica de Irán.
La intención encontrar al maestro Farschián para pedirle un cuadro que llegara a vos.
En ese camino imaginario que estaba transitado, encontré las primeras adversidades.
Mi atuendo occidental no era aceptado en ese mundo donde la mujer, es relegada.
Pensé en adquirir una túnica, cubrir mi rostro con el típico shador.
La rebeldía pudo más.
Durante mi estadía en ese país plagado de fanatismos carentes de sentidos, utilizaría el vestuario que había llevado.
Poco me importaba ser señalada.
Mi deseo era encontrar al famoso pintor para concretar el camino que solo aparece en los sueños.
¿Querés saber cual es la esencia del maestro del pincel?
Un hombre que tiene la edad del tiempo.
Pese a ser famoso en el mundo por su obra, optó por residir en el país que lo vio nacer.
Profesor universitario, respetado por alumnos y todo aquel que ha tenido la suerte de conocer su sensibilidad..
Nadie lo persigue por sus ideas revolucionarias, en una región que ha quedado suspendida en el ayer.
Expresa que leyó mis correos y tiene en mente las imágenes que plasmará en la tela.
No le gusta que pregunten demasiado sobre el trabajo a realizar.
¿Podrías ayudarme a no interrumpirlo con mi charla?
¿Comprenderá que deseo saber todo antes del resultado?
Una sonrisa adivina mis pensamientos.
Es el artista quien comienza a contar un pequeño resumen de aquello que veré reflejado en la tela blanca, ahora reposando sobre el atril.
Debo contarle mis inquietudes.
Del gran amor que tengo hacia vos.
De esta ausencia que cada día se torna más intolerable.
Plácido continúa mi sueño.
Puedo visualizarte.
Contarte de esta experiencia que sucede mientras estoy entregada al sueño.
Cual pájaros las manos del artista se deslizan por el óleo.
Las imágenes ahora se suceden vertiginosas.
Pareciera que estoy mirando un film acelerado.
¿Notás en este instante siento confort?
¿Qué dirás cuando veas el resultado de este cuadro?
¿Será de tu agrado?
La obra está concluida.
Es la que estás admirando.
No ha puntado mujeres aladas,
Solo una dentro de una esfera.
Otros círculos completan un cielo espectacular.
Abajo un árbol sin follaje.
El artista pasa a explicar por qué concibió la obra de esa forma.
De acuerdo a la historia de mi vida, eligió retratarme dentro de una esfera.
Podría ser un planeta el que me contine,
Los otros son parte del universo concebido.
Pregunto por qué una especie carente de hojas.
Con una sonrisa responde que así pensó la realidad de una mamá que ha perdido a su mejor obra.
Una representación del final sobre la tierra.
Quiero lo recibas en este instante.
No podrá ser.
Pese a que la mujer no posee alas, el pintor será quien lo haga llegar a vos.
Despierto confundida.
Estoy en mi dormitorio.
Han viajado mis sueños.
He permanecido aquí, deseando soñarte.
Evento que no ocurre desde hace varios días.
¿Comprendés que necesito soñarte cada una de las noches solitarias que conforman mi realidad?
¿Podés entender el por qué de mi llanto?
Nadie como vos para justificar el tedio que me acosa de manera permanente.
¿Sabías que sin tu presencia, no encuentro estímulos para seguir en suelo terrenal?
No es una postura, sino la necesidad constante de tenerte a mi lado como en el ayer no tan lejano.
Tengo miedo que el paso del tiempo promueva el olvido de muchas vivencias que hemos compartido.
Conservo una dosis de esperanza, ruego que ello no ocurra.
Mis conclusiones son contradictorias.
En ocasiones pienso que el reencuentro será una continuidad de la existencia.
En otras el temor se apodera de mí.
¿Podrás reconocerme?
¿Qué cambios físicos se produjeron en vos?
Tesoro te extraño de una manera difícil de adjetivar.
Estoy cansada de esperar.
Necesito darte un beso sin mayores dilaciones.
¡Otra utopía que no puedo cumplir!
¿Hasta cuándo?
Hijo te extraño.
Una vez más reitero mi petición, nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=VAN342IFJ_E
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