Wednesday, August 11, 2010

EN BÚSQUEDA DE UNA SIRENA




Es pequeñita, de ojos vivaces, camina por la arena dejando la marca de sus piecitos en la playa.
Una mañana mientras miraba como danzaban las olas dejando sus ondas en la arena, justo cuando el sol tímidamente asomaba en el agua, apareció una sirena.
Las escamas de su vestido eran del color de las esmeraldas, su atuendo terminaba en una cola de mil colores que la ayudaban a deslizarse por el agua, en su cabeza tenía una corona de caracoles y corales que había sacado del fondo del mar para formarla.
Se acercó a la niña quien solita levantaba castillos en la orilla.
Era tan dulce su mirada que la sirena decidió dotarla de magia.
Así fue que la niña ahora tenía poder en sus brillantes ojitos negros.
Si pestañeaba podía tomar vuelo como los ángeles, visitando a niños de otros planetas, otras veces se subía a una nube, con sus manitos las acariciaba, desde allí regalaba agua a los lugares donde se necesitara.
También con la magia de su mirada podía integrarse al juego en una plaza.
Para que no la vieran cortando flores que llevaría a su mamá se transformaba en una de ellas. Sus ropitas mutaban en pétalos de flores que regalaban su aroma.
En los juegos disfrutaba y hacía lo mismo con sus amigos de corta edad, bajar el tobogán tenía la misma sensación que volar sin alas.
Los animales que tenía la calesita se transformaban, los patos mágicamente salían de su lugar para deslizarse por el agua del lago, los autos paseaban por rutas desconocidas, éstos eran los que más le gustaban a la protagonista de este cuento, sabía que por esos caminos podía acortar distancias y encontrarse para siempre con su papá.
Ella decidió subirse al tren de la alegría, el paseo sería diferente, en la estación de los gnomos encontró diferentes paisajes, al costado de las vías se erguían los pinos, esos que le recordaban la navidad pasada, las flores de los cerezos le daban color al paisaje, el cruce de los túneles les provocaba agitación, pero todo duraba un instante.
En escena volvían a aparecer los cerros con sus cúspides nevadas, a medida que sus compañeros de viaje descendían del tren, nuestra niña se iba quedando sola, en ese momento pensó que debía ir más lejos, fue así que llegó a la estación de las ilusiones, allí se quedaría un rato, buscaría darle vida a sus sueños, conocería niños de todas las razas.
Aún cuando no hablaran el mismo idioma, la niña de los ojos negros era feliz compartiendo. Entre juegos llegó la noche, como era valiente no tuvo miedo, sabía que siguiendo el camino de las estrellas llegaría a su casa.
En la puerta la esperaba su mamá, cuando la vio llegar se olvidó del reto que pensaba darle a su niña por la tardanza.
La sirena le había pedido que no contara de sus poderes, después de la cena, su mamá la llevó a la cama, allí la arropó con el cariño que solo saben dar las madres, tomó del estante un cuento para leerle a su hija, pronto el sueño se apoderó de ese cuerpito travieso, una sonrisa se dibujaba en su rostro, tal vez estuviera recordando sus aventuras, a su amiga la sirena.
Sabía que la próxima vez que saliera a jugar no olvidaría avisarle a su madre para no preocuparla.
Nuestra protagonista quiere compartir sus juegos con todos ustedes, los sueños los cumplirá de la mano de su papá.
Solo debe fijar la vista en un punto del horizonte para tenerlo a su lado para siempre.

http://www.youtube.com/watch?v=AEccZQow2…

No comments: